El escritor Josep Pla decía que “las personas aficionadas a la cocina del pescado saben perfectamente que la sardina es el mejor pez comestible”. Una máxima que parece confirmarse cuando llega el verano y sus celebraciones. Por todo el territorio se multiplican los escenarios sardineros; no hay rincón, de norte a sur y de este a oeste, que no quede impregnado de ese singular olor de las sardinas asadas.
Pero ni es una particularidad de nuestro país, ni hay que conformarse con una humilde, pero sabrosa, sardina sometida al fuego purificador. En todo el Mediterráneo se rinde culto a este pescado popular y en regiones como la isla de Sicilia practican un amor reverencial a las sardinas que puede concretarse en uno de sus platos estrella:
Receta de sardinas a la beccafico
Ingredientes:
800 g de sardinas frescas
100 g de pan rallado
50 g de uvas pasas
½ vasito de vino de jerez
50 g de piñones
6 filetes de anchoa
Hojas de laurel
Zumo de ½ limón y de ½ naranja
Dos cucharaditas de azúcar
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Alcaparras
Ajo
Limpiar las sardinas, dejándolas sin tripas ni espinas ni escamas y abiertas en abanico, pero no en dos partes sino una sola cada sardina; suele dejarse la cola. Luego se secan con papel de cocina y se reservan.
Mientras se ponen a remojo las uvas pasas en el vino de jerez (en su defecto en agua) y se enciende el horno a 200º para precalentarlo.
Echar aceite abundante en una sartén y dorar el pan rallado, removiendo para que no se queme.
Tomar un bol y echar en él el pan rallado junto con los piñones, las pasas, las anchoas troceadas, una cucharadita de azúcar, la sal y la pimienta (estas últimas al gusto). Se mezcla todo bien con ayuda de una cuchara, hasta que quede una farsa homogénea.
Rellenar las sardinas con esta farsa, quedando la zona de la piel por fuera e ir enrollándolas desde la zona más ancha hasta la parte de la cola y colocarlas en una bandeja de horno.
Mezclar el zumo de los cítricos con la cucharadita de azúcar restante y con unas cucharadas de aceite.
Colocar unas hojitas de laurel entre las sardinas, que deben quedar bien apretadas unas contra otras, y finalmente rociar con la mezcla de cítricos y aceite (si sobra parte del relleno también se puede echar por encima, aunque queda más elegante si es solamente con el zumo). Hornear unos 15 minutos a 180-200º.
Las sardinas se pueden emplatar según salen del horno, o bien podemos cortar cada sardina en 3 rodajas a imitación de sushi, y decorar como mejor guste, aunque no debe faltar un rociado final de aceite y los cítricos que se añadieron previamente.
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