Delicado y extremadamente sabroso, el pez limón es uno de los pescados que mayor interés tiene para restauradores y gourmets, pero un gran desconocido para el consumidor de a pie.
Dicen que Madrid es el primer puerto de mar de Europa y el segundo del mundo, (Tokyo se reserva el lugar más alto del escalafón), y es que a pesar de los cientos de kilómetros que nos separan de la costa esta afirmación hace referencia a la cantidad y variedad de producto de mar que se comercializa en la capital. Todas las especies están, en mayor o menor medida, representadas en los mostradores de las pescaderías capitalinas. Con todo, existen especies menos presentes en el mercado, más por las costumbres de los consumidores que por las cualidades culinarias. Uno de esos grandes desconocidos tierra adentro, o poco utilizados, es el pez limón, una delicia marina a la que la cocina gaditana rinde histórico reconocimiento y que la gastronomía japonesa le otorga un rol de primer orden.
Para algunos “el primo pobre del atún”, este pescado azul es también conocido por otros nombres: serviola, lecha, silvia, verderón, pedregal y alballada, y recibe la denominación cítrica por una singular línea ambarina que recorre su cuerpo desde la boca a la aleta dorsal.
Como sus familiares palometas y jureles su coloración en el dorso es azul verdosa y la cola presenta su característica forma en uve. De cuerpo aerodinámico, alargado y elegante, que habla bien a las claras de sus magníficas dotes de nadador, es un consumidor contumaz de sepias y calamares, siempre que la suerte le sonría, pero como buen depredador y hábil de movimientos no le hace ascos a jureles, palometas y agujas.
Durante los meses de estío busca el litoral y en invierno busca su hábitat en aguas muy profundas.
De buen porte, sin llegar al atún de almadraba, la talla más común alcanza el metro de longitud y llega a pesar los 70 kilos de peso.
Como buen representante de los pescados azules, el pez limón muestra en su apreciada carne prieta un alto contenido en Omega 3. Para no perder la exquisitez de su bocado en la elaboración en cocina se le debe aplicar el máximo respeto y pocos alardes imaginativos, como si de un atún se tratara, pues sus cualidades más señaladas, textura y sabor, no se deben perder en elaboraciones complejas.
Al igual que aquel, la ventresca es uno de los cortes más buscados, pues su jugosidad es memorable preparada a la plancha o al horno. Pero nada despreciables son también sus lomos en filetes, ya sean en plancha o fritos.
Fruto de la dominante implementación en la cocina local de los hábitos culinarios japoneses, o las mixturas de la cocina peruana, cada vez es más frecuente el uso del pez limón en crudo, lo que permite saborear con más claridad las cualidades gustativas de este pescado excepcional. Finas láminas, que bien en forma de sashimi o en preparaciones como los tiraditos y ceviches, son aderezadas con cítricos, soja, jenjibre…, resaltando el delicado sabor de la materia prima.
En Pescadería Ernesto Prieto le invitamos a descubrir esta delicia gastronómica, ya que encontrará de forma habitual pez limón en nuestros mostradores, fresco o congelado, incluso en las elaboraciones que diariamente se realizan en nuestro Rincón del Sushi, listas para comer.
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