Un sencillo salmorejo puede convertirse en una fiesta visual incluyendo mini verduras en su presentación.
Ingredientes:
1 kg de tomates de pera 1 diente de ajo 100 gr. de pan duro 50 ml. de AOVE 25 ml. de vinagre de arroz
Mini verduras (mini zanahoria, mini remolacha, mini nabo… usted elige) Sal Rodajas pequeñas de pan tostado
He usado un pan de calidad para realizar el salmorejo. Evidentemente saldrá mucho mejor, cuantos mejores productos usemos. Y este lo es. Ponemos la baguette a remojo hasta que se ponga blanda y escurrimos para obtener una textura más densa.
En un robot de cocina trituramos todos los ingredientes del salmorejo, menos el AOVE. Lo trituramos en dos veces por la cantidad de ingredientes que lleva. Lo podemos triturar con un túrmix.
Colamos el salmorejo y añadimos el AOVE que con ayuda de una varilla, emulsionamos. rectificamos de sal. Dejamos reposar en nevera un mínimo de 12 horas para que los sabores se homogenicen.
Ponemos en un plato el salmorejo con unas gotas de aceite. situamos las tostadas de pan en las que hemos insertado las verduras minis. Vamos comiendo el salmorejo y mordiendo las verduras.
Incluso las recetas más clásicas de dorada alcanzan un nivel superior cuando utilizamos doradas salvajes.
Ingredientes:
1 dorada salvaje por persona Aceite de oliva Ajos Vinagre Pimentón dulce Sal Pimienta Cayena (opcional)
Una vez limpias se lavan bajo el grifo y se secan con papel de cocina, las salpimentamos y las hacemos en una sartén grande o en la plancha si disponemos de ella.
Cuando este caliente ponemos las doradas abiertas por la parte de la carne con un chorrito de aceite de oliva. pasados unos minutos le damos la vuelta y las cubrimos con papel de aluminio para evitar salpicaduras y para que se hagan en la plancha. Seguimos el punto de hechura levantando el papel hasta que comprobemos que están a nuestro gusto.
Previamente tendremos la ajada hecha a fuego lento en una sartén con aceite de oliva, tres dientes de ajos laminados y la cayena si nos gusta con un toque de pique suave.
Antes de que se doren los ajos ponemos una punta de pimentón dulce junto con unas gotas de vinagre, y se aparta la sartén. Hay que poner precaución de no quemarnos con las salpicaduras.
La dorada una vez cocinada se le pone la ajada caliente por encima y a disfrutar…
En Japón el hanami, el florecimiento de los cerezos, es uno de los instantes más esperados del año, para ellos la corta vida de la bella flor del cerezo representa a la perfección la brevedad de la existencia. En España, con un sentido más pragmático, esperamos la temporada del fruto para convertir la cereza, y la variedad picota, en un acontecimiento gastronómico. Dos formas de ver la vida.
En el arranque del verano en Frutas Charito rendimos culto a la picota, la variedad de cerezaoriginaria del Valle del Jerte, en el norte de Extremadura, que tiene desde hace años la Denominación de Origen Protegida como garantía de la perfección de este rojo fruto, que se cultiva de forma artesanal desde el siglo XVII, cultivadas en el microclima que se crea entre montañas de más de 2.000 metros de altitud, en tierras fértiles, regadas por arroyos de cristalinas aguas y a merced del aire puro que desciende de las cumbres.
Respetando otras cerezas de reconocido prestigio, ninguna alcanza el nivel de aceptación y popularidad que tiene la picota del Valle del Jerte, siendo muy apreciada por su sabor y calidad superior.
Su característica más visual es la carencia de rabito, puesto que éste se queda prendido en el árbol durante la recolección.
Su recolección sigue manteniendo los gestos y pautas de antaño. Cuando alcanzan el grado óptimo de madurez la recogida se realiza a mano, seleccionadas a pie de árbol, depositándolas en cestas de castaño que, aseguran los locales, mantiene la frescura de la cereza.
El calibre de las picotassuele ser algo más pequeño que el resto de las cerezas, pero su carne es más dulce, más crujiente y de un profundo color rojo oscuro. Solo son picotas del Jerte las avaladas por el sello de Denominación, que asegura la autenticidad y el riguroso control de calidad.
Su rol en la gastronomía ha sufrido un importante cambio, de consumirse como una simple fruta, que no es poco, se ha introducido como ingrediente relevante en una infinidad de platos y recetas. Atrás quedó su función exclusiva en postres, ahora se ha incrementando su presencia en todo un amplísimo recetario, cada vez más imaginativo, con propuestas que comienza en
Las elaboraciones en las que cerezas y picotas participan no parece tener fin, lo que habla del buen comportamiento de este fruto en los fogones.
Imprescindibles de temporada:
Tomate rosa, al que los consumidores se rinden a su sabor y ha ampliado su temporalidad al mismo tiempo que aumentan las explotaciones que se dedican a este tesoro natural.
Perita de San Juan, son tan efímeras como sabrosas. Aproveche su breve paso por el mercado para deleitarse con su carne dura, jugosa, dulce y refrescante.
Melocotón, es su punto álgido, cada vez más aromáticos.
Nectarina, en su punto de maduración y aportando su
Paté de aceitunas de producción ecológica, perfecto para preparar aperitivos, como relleno de empanadas, acompañando a pastas o como base para pizzas mezclado con tomate frito.
Bimio broccolini, la superverdura, un cruce natural del brocoli y la col china, que se ha posicionado como un potente anticancerígeno, antioxidante y que previene la formación de cataratas, de sabor más dulce y suave y que se puede consumir de mil formas.
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Bonito del Norte, el pescado del verano capturado con técnicas tradicionales en el Cantábrico, garantía de extraordinaria calidad y frescura. Sabroso, versátil en la cocina y excelente para organismo.
De la familia de los atunes, el bonito del Norte es una de sus variedades de mayor calidad, ya que se caracteriza por tener un sabor exquisito y una textura más suave que la del resto de su especie. Su captura en el Cantábrico comienza con la festividad de San Juan y la campaña de “la costera”, que así se denomina, se prolongará durante todo el verano, haciendo las delicias de los paladares más exigentes.
Sus diferencias, al margen de su sabor peculiar, con otros túnidos está en que las aletas pectorales son muy largas, llegando más atrás de la aleta anal. Es un soberbio animal de cabeza grande y cónica, el cuerpo tiene una marcada forma hidrodinámica, es fusiforme, robusto y panzudo, brillante, azul muy oscuro en el dorso, más claro y grisáceo en los flancos y plateado en el vientre.
De poderosa boca con dientes cónicos y pequeños y los ojos grandes y redondos. Su piel pétrea con escamas muy duras y su tamaño puede ir del medio metro al metro, sin descartar ejemplares de mayor tamaño.
La captura del bonito tiene una larga tradición, siglos atrás eran pequeñas embarcaciones de los puertos cantábricos, con remos y vela, los encargados de llevar a tierra este preciado pescado azul, utilizando el arte del curricán o cacea, habitual del norte de España y que después ha sido sustituido por la técnica del. Una y otra son artes tradicionales que utilizan la caña y el anzuelo, lo que significa que el bonito se pesca uno a uno, permitiendo seleccionar aquellos ejemplares de mejor calidad, y que evita capturas accidentales de otras especies y el deterioro del fondo marino.
Este túnido que durante el invierno mora en las aguas próximas a las Azores, se desplaza a finales de la primavera Mar Cantábrico y su temporada de captura se desarrolla hasta el mes de septiembre. En su viaje migratorio anual, el atún blanco o bonito del Norte, llega a las costas del norte alimentándose en su viaje de caballas, arenques, sardinas, calamares y crustáceos, que le aportan.
El bonito del Norte es un alimento saludable, rico en proteínas y en vitaminas A, B, D y K, con un importante aporte de minerales esenciales para el metabolismo humano como el calcio y el yodo y todo un campeón en acumular propiedades nutritivas: pues suministra ácidos poliinsaturados, tales como el ácido linoleico y Omega 3, de probadas virtudes para el perfecto funcionamiento de nuestro organismo.
De cómo demostrar la exquisitez de su carne se encarga un amplísimo listado de preparaciones que abarca desde su presencia en pinchos, tostas, brochetas y tapas, de su colaboración en dar prestancia a ensaladas, salteado de verduras, tortillas, pastas, arroces y, por supuesto, como integrante de platos únicos: marmitako-es un canto a la perfección gastronómica-, escabeche, cebiche, sushi, tempura, frito… y, en rollo, una suerte de pastel de bonito del Norte guisado que es emblema de la cocina asturiana.
Delicias orientales
Tras una parada técnica, el Rincón del Sushi vuelve con más ímpetu. Nuevas manos se encargarán, con la misma habilidad, pericia y saber hacer que antes, de elaborar todo el muestrario de delicias orientales y de fusión para llevar. Sushi, sashimi, uromaki, cebiche… compiten en atractivo y siempre elaborados con el mejor pescado y marisco que pueda imaginar.
No se lo pierdan, pues tenemos preparada toda una Revolución Oriental en próximas fechas.
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Huevo, egg, oeuf, ei, ovum, ovo…, lo llame como lo llame, el huevo representa el alimento de la versatilidad y es materia prima imprescindible en los frigoríficos de los hogares y los restaurantes. Su utilización, no se reduce a su consumo como elemento principal de las casi infinitas recetas que existen, sino que es parte integrante de otras muchas, que serían imposibles o de muy difícil realización, sin su ayuda. Sin duda se podría afirmar que el concepto cocina, tal y como la conocemos en la actualidad, no existiría sin este colaborador necesario.
El huevo está en nuestra alimentación desde los albores de la humanidad y su consumo ha acompañado al hombre a lo largo de su historia, como uno de los alimentos más universales, ya que no hay cultura en la que no tenga presencia, y en todas, por lo general, se debe a su precio asequible, a su contribución alimenticia y por la inmensa variedad de recetas que se preparan con ellos.
Por regla general, ya sea los más habituales, de gallina, o de codorniz, de oca , de pato, de avestruz…, su aportación calórica no es muy alta, aproximadamente 80 calorías, pero contribuyen con un buena cantidad de proteínas, 6 gramos, de hierro, de calcio y de vitaminas A, B, D y E.
Aunque nosotros nos encargamos de que cada huevo adquirido en Pollería Hermanos Gómez tenga la máxima frescura, es aconsejable que sepa que el tiempo máximo para su consumo sea de 20 días contados a partir del momento de puesta, siempre y cuando se hayan conservado en el frigorífico, o si tuviera dudas de cuánto tiempo tiene los huevos en la nevera puede recurrir al socorrido, pero eficaz, método de disolver 125 gramos de sal en un litro de agua y sumergir el huevo. Si se queda en el fondo o entre dos aguas, su frescura está asegurada. Si por el contrario sale a la superficie la prudencia indica desecharlo. Existe otro método que es observarlo al trasluz, si existe una cámara de aire muy reducida el huevo está en condiciones de ser consumido.
La forma clásica de consumirlo es tal cual, ya sea en sartén o cocidos, donde el “tempo” marca su resultado, es el sistema más difundido, pero sus cualidades fisicoquímicas y organolépticas le han convertido en agente imprescindible en la elaboración de un sinfín de platos y recetas que precisan de su intervención.
La forma más limpia y rápida de pelar huevos cocidos.
Así por su capacidad espumante son vitales en la preparación de repostería y pastelería.
Su poder emulsionante es esencial para elaborar toda la gama de mahonesas y salsas derivadas, como la salsa tártara, el falso alioli o la salsa rosa.
Su capacidad colorante se emplea para añadir un toque de color y un acabado brillante proporciona el toque final en la bollería, masas como la pasta quebrada, la masa sablée, las empanadas, las mediasnoches, los hojaldres y hasta en el típico Roscón de Reyes. Utilizando el huevo entero batido o su yema con unas gotas de agua, y barnizar las supericies de las preparaciones antes del horneado.
Diserano
Como aglutinante y espesante los huevos son básicos para dar textura a cremas y sopas, o en el caso de la elaboración del mazapán o pasta de almendra, una pequeña cantidad de clara de huevo ligeramente batida amalgama el azúcar en polvo o glas con la almendra rallada o con harina de almendra.
Qué sería de flanes, púdines, natillas y cremas, tanto dulces como saladas, sin que interviniese el huevo y su capacidad coagulante. En combinación con otros alimentos les proporciona “cuerpo” y da como resultado riquísimos rellenos de quiches, pasteles de pescado, albóndigas, pasteles de verdura o carne…
WikiHow
Algo tan valioso en nuestra cocina como son los rebozados le deben la perfecta adhesión entre el producto con el envoltorio, el pan rallado, lo que evita el desprendimiento durante la fritura y le otorga consistencia a la cubierta del rebozado.
Su capacidad clarificante de las claras de huevo posibilita eliminar los restos sólidos en suspensión en muchos elaboraciones líquidas, pongamos el caso de consomés. El proceso es el siguiente, para desengrasar convenientemente un caldo hay que realizar un desegrasado, colandolo primero para retirar las partes sólidas que pueda tener, de las carnes o vegetales que se han utilizado en su elaboración y guardar el caldo resultante en el frigorífico durante unas 12 horas, esto permitirá retirar con facilidad la grasa coagulada que aparece en la superficie. Pero si se quiere conseguir una transparencia extra se pone a calentar de nuevo el caldo y se añade 1 ó 2 claras ligeramente batidas que, por efecto del calor, al coagular irán arrastrando las partículas en suspensión, prácticamente invisibles, pero que enturbian el caldo. Finalmente se vuelve a colar para obtener un caldo, no solo desgrasado, sino totalmente limpio.
Está visto que no podríamos vivir sin el huevo…, y mucho menos cocinar.
La capacidad de combinar de los huevos se muestra en esta receta de huevos al nido.
Ingredientes (4 personas):
2 patatas grandes 4 huevos 350 gr. de hígados de pollo ½ kg. de gambas peladas 1 cebolla 3 tomates 1 copa de vino de jerez Pimienta Aceite de oliva Sal
Comienza escaldando los tomates. Quédate sólo con la pulpa. En una sartén con aceite, sofríe la cebolla pelada y rallada. Añade la pulpa de los tomates y deja cocer a fuego lento.
En una sartén, sofríe los higaditos troceados y las gambas. Cuando estén listos, retíralos del aceite. Corta los higaditos en trozos pequeños y las gambas, ya peladas, también. En el mismo aceite donde se han refrito los higaditos y las gambas, vierte la copita de vino de Jerez. Agrega otra vez, los higaditos y las gambas ya cortados y el sofrito del tomate y la cebolla.
Escalda los huevos en agua con sal y vinagre. Aparte, pela y raya las patatas. Deposítalas en un molde especial de huevos al nido para fritura y fríelas en aceite muy caliente hasta que se doren. Extrae las patatas del molde y colócalas en los platos. Añade en cada nido los huevos escalfados y cubre cada uno con la salsa.
Decora cada nido con una ramita de perejil y listo para sorprender a tus invitados.
Encontramos en el mar todos los productos, pescados y mariscos que proporcionan una dieta variada y rica en nutrientes. Ahora damos un paso más allá y también le traemos el agua del oceáno Atlántico embotellada para el consumo. El medio marino no para de satisfacer las necesidades del consumidor.
Pero antes de sumergirnos en esa nueva tendencia que es aprovechar como bebida energética el agua de mar, queremos sugerirle un producto exquisito: la langosta del Mediterráneo, la capturada en las costas occidentales de este mar y en las islas Baleares; de carne fina, compacta, blanca y delicada, cuyo aspecto exterior presenta un caparazón pardorrojizo o rojo violáceo, cubierto de protuberancias puntiagudas, integrante de un amplio recetario de lo que se podría considerar «cocina fastuosa». Pero esto no siempre ha sido así.
Las veleidades históricas de los gustos en la mesa provocan extrañas situaciones. La célebre caldereta de langosta nació como plato de aprovechamiento en una época en que este crustáceo era abundante y no tenía la notoriedad que tiene en la actualidad. Es difícil comprender cómo es posible que la codiciada langosta fuese una comida de pobres, que se intercambiaba, en el mejor de los casos, por alimentos más básicos y menos habituales en las Baleares, como eran la carne o las patatas, y muy común en las casas de los marineros en Fornells (Menorca).
Ha pasado el tiempo, y ahora la langosta del Mediterráneo es ya una apuesta por la cocina de alto nivel, reservada a las grandes ocasiones, aunque entre sus preparaciones, muchas y variadas, la caldereta sigue siendo su elaboración más reconocida. Un plato sencillo, cuya base es un sofrito de tomate, ajo, cebolla y pimiento verde, al que se le añaden agua, y en plena ebullición la langosta viva, limpia y recién troceada. Donde el secreto está en el punto de cocción, y en la maña del cocinero, para que la carne del crustáceo no quede seca. Antes de servir el refrito se tritura para que la salsa adopte una presencia de crema ligera que vuelve a hervir escasos minutos previos a saltar a la mesa.
La personalidad de cada chef le añade algún matiz: ya sea picada de ajo o perejil, o lo bendicen con un chorrito de cognac o vino blanco, o un pellizco de harina como espesante. En esto los más estrictos se revelan, pues lo consideran innecesario, ya que las langostas hembras poseen una bolsita (donde se depositan las huevas que no han llegado a eclosionar) con una consistencia semejante a la yema de huevo que da textura y sabor suficiente al caldo.
Hoy, nuestros viveros muestran lo mejor de esta especie, en la actualidad elevada a los altares de la cocina, ejemplares de enorme tamaño fruto de una pesca sostenible en aguas mediterráneas que esperan su elección.
Agua del Océano Atlántico
Hasta ahora nos beneficiábamos del agua de mar como inmensa despensa de donde disponíamos de alimentos, como zona de ocio y como medio terapéutico externo en instalaciones de talasoterapia. Pero el océano continúa proporcionándonos una enorme variedad de beneficios, esta vez como bebida. El agua de mar contiene un sinfín de propiedades de alto valor para nuestro organismo que ya utilizábamos en forma de algas o en forma de sal. Ahora es moda el consumo habitual del agua del océano.
La firma Algamar, de reconocido prestigio en la distribución de algas marinas, ha sacado su propia línea de Agua del Océano Atántico para el consumo diario. Recogida en el entorno del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, donde las corrientes oceánicas las remueve continuamente, purificada mediante microfiltrado en frío y sin añadir conservante alguno. La mejor agua de mar en estado puro.
La composición del Agua del Océano Atlántico tiene un alto contenido en sales minerales, las mismas que aportan calidad a los mariscos y pescados de la costa gallega, lo que asegura un resultado perfecto en diferentes usos:
Chefs de reconocido prestigio lo utilizan en la cocción del marisco, pues su punto de salinidad permite conservar el aroma y sabor. Las mismas características que aporta en la preparación de pescados sin alterar las mejores propiedades organolépticas y nutritivas.
Como base en la elaboración de arroces, pues los caldos enriquecidos con el Agua del Océano Atlántico aseguran un resultado final perfecto.
Clientes aficionados a elaborar su propio pan en casa nos han asegurado que el uso de este tipo de agua en la panificación prolonga las propiedades y el sabor de la masa.
Y como no, como bebida, directa y controladamente, es muy beneficioso para la salud, por ser un excelente nutriente para nuestras funciones vitales.
Sirva un ejemplo, según contaba un periódico de tirada nacional, en el último Open de Australia de tenis Rafa Nadal superó un momento de crisis durante su partido con Tim Smyczek, producto de la deshidratación por las elevadas temperaturas, gracias a una ampolla de agua de mar, para acabar ganando el partido. Si lo hace Nadal y le sienta tan bien…
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Los gazpachos manchegos son la receta que mejor conjuga buena parte de los productos de nuestra tienda, un puchero donde tienen arte y parte las carnes más representativas de nuestro muestrario (perdiz, conejo, pollo…) y algunos artículos que vendemos desde siempre, como las tortas cenceñas, y que seguiremos ofreciendo como parte de una cultura gastronómica que no debe olvidarse.
Dirán que no es un plato para esta época, es posible, que las modas dietéticas imponen otras elaboraciones, quizás. Pero no hemos encontrado mejor ocasión para rendir pleitesía que tal día como hoy. Es de ley dignificar una receta que se enraíza en la tradición más popular, cuya rusticidad se genera porque la naturaleza está presente en cada uno de sus ingredientes, que huele y sabe a monte, y que de tener otra nacionalidad habría alcanzado marchamo de plato de culto y los grandes chefs habrían cantado loas y elaborado finísimas versiones. Pero en esto, como en otras cosas, los gazpachos manchegos tienen matices “quijotescos”.
Pero su grandeza, que ya está justificada por cada unos de sus componenetes, lo alcanza también por su presencia en la literatura. Elaboraciones de más reconocimiento no tienen, ni por asomo, tanta presencia en la pluma de autores afamados.
Los gazpachos manchegos, que según Azorín “son siempre plural” (mientras que el andaluz es “siempre singular”), conocidos también como galianos, son la estrella de la cocina pastoril española y son, por supuesto, la aportación manchega más emblemática a la historia de la cocina nacional.
Tienen tanto arraigo que ya aparecen mencionados en el Quijote, cuando Sancho, cansado de pasar hambre en la Ínsula, nos espeta: “más quiero hartarme de gazpachos que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente, que me mate de hambre”.
Son gazpachos montaraces, que guisan los pastores en el monte, aunque también son muy comunes en las jornadas de caza y en cualquier otra celebración en el campo. Siguiendo con Azorín (que dedicó múltiples páginas a esta delicia culinaria): «Hay que distinguir entre gazpachos montaraces y gazpachos caseros, entre gazpachos ricos y gazpachos pobres, más propiamente llamados gazpachos ‘viudos’. Los ‘ricos’ son con pollo, o perdices, o conejo de monte, o liebre; los ‘viudos’ son con collejas”.
Es un guiso excelente para cualquier pieza de caza menor como el conejo de monte, la liebre o la perdiz .Y otro gran escritor y gastrónomo por excelencia, Néstor Luján, nos describe este plato, de origen humilde, pero de gran enjundia: “los gazpachos manchegos constituyen el plato regional por excelencia. Se trata de una torta de pan sin fermentar que acompaña a la perdiz, conejo de monte o liebre. Se suele guisar con manteca de cerdo, a la sartén y sobre fuego de leña. Es un excelentísimo plato pastoril, poderoso y carnal, un plato sólido para estómagos ávidos y capaces”.
Un ingrediente imprescindible en estos gazpachos manchegos, como bien comenta Luján, es la torta de pan sin fermentar o pan ácimo, que en La Mancha llaman “torta cenceña”. Su historia se remonta a relatos bíblicos: la tradición judeocristiana cuenta que el pueblo de Moisés salió huyendo intempestivamente de Egipto, sin mucho tiempo para terminar de preparar el pan, por lo que durante su viaje hacia Israel el pan que se consumió era pan ácimo. De ahí que tanto judíos como cristianos lo utilicen en sus conmemoraciones. Cuenta, además, con multitud de variantes por todo el mundo (los chapati indios, las tortillas mexicanas, el pan de pita mediterráneo o el mochi japonés).
La rehabilitación de una receta con tanto peso específico es la puesta en valor de una parte fundamental de nuestra historia.
Las frutas con hueso son coloristas, son llamativas y apetitosas, son refrescantes, portadoras de increíbles sabores, de multitud de propiedades beneficiosas para cuidar la salud y mejorar nuestra alimentación.
España es el principal productor y exportador europeo de fruta de hueso, es la segunda especie de fruta española más exportada después de los cítricos. Todo un espectáculo de color en nuestros mostradores, una exhibición de aromas y sabores, pues las frutas con hueso lo tienen todo: presencia, sabor delicioso, textura jugosa y propiedades nutricionales de alto nivel que las sitúan entre los alimentos de mayor valor en una dieta equilibrada.
Su punto de sazón lo marca el calor, con el ascenso de temperaturas alcanzan su maduración óptima y sus cualidades más gustosas. Amén de que su precio, por lo general, se sitúa entre lo aceptable.
Melocotones de Huesca
Es posible que al comprarlas tenga dudas de que su maduración no alcanzado su mejor momento, pero esto no debe preocuparle, la mayor parte de estos frutos, excepto las cerezas, son los denominados climatéricos, es decir que son capaces de seguir madurando una vez cosechados, siempre y cuando hayan sido recolectados en su punto máximo de crecimiento. En su caso, las cerezas, fruta no-climatérica, solo maduran en la planta e interrumpen de forma irreversible su maduración una vez recogidas. Así albaricoques, melocotones, paraguayos, nectarinas… podrán acabar su maduración con éxito en el hogar. Un método para que esto ocurra, de probado resultado, es conservar en casa las frutas no maduras en el interior de una bolsa de papel a la que habremos practicado algunos agujeros, con una fruta del mismo tipo ya madura. El etileno que de forma natural desprenden las frutas hará el resto. La química al servicio del consumidor.
Soberbios, portadores de fibra dietética, los melocotones nos proveen de una buena cantidad de vitamina C (un melocotón grande cubre el 25% de las necesidades diarias recomendadas de esta vitamina) y carotenoides naturales, que colaboran en la prevención de diversas enfermedades y realizan una protección antioxidante en nuestro organismo.
Su consumo habitual es en crudo, con o sin piel –cuestión de gustos-, pero también encajan perfectamente en ensaladas, y se comportan de forma excelente al grill, fritos, en tartas, en soufflés o convertidos en sabrosos helados. Y qué decir de su preparación en mermeladas y compotas, ya sean para desayunos o como acompañamiento en platos de carne.
Elija las piezas por su aspecto exterior, rechazando las que puedan presentar tonalidades verdes -falta de maduración-, golpes o un exceso de madurez, y al tacto deben ceder algo al apretarlas.
En su casa consérvelos en frigorífico si están muy maduros o a temperatura ambiente si su estado es el óptimo. En lo posible evite colocarlos unos encima de otros y, sobre todo, nunca congelarlos.
Estos pequeños bocaditos de sabor son, quizás, las frutas que mayor aporte de carotenos nos proporcionan, que investigaciones vinculan con la mejora del sistema inmunológico, protectoras de enfermedades oculares y con efectos cardioprotectores. Además sus ácidos orgánicos favorecen la absorción intestinal del calcio.
Como en todo hay niveles, nosotros nos decantamos por la variedad albaricoque moniqui, de mayor tamaño, piel blanquecina y pulpa turgente, carnosa y de sabor extremadamente dulce.
Sin duda como mejor se degustan es al natural, separando sus dos hemisferios y extrayendo el hueso, tan sencillo como eso. Y los que son padres saben lo que facilita que los niños consuman fruta cuando no hay operaciones de pelado por medio. Mermeladas y compotas son una buena forma de conservar el sabor del albaricoque el resto del año.
Son bastante más delicados que otras frutas, por lo que deben guardarse en nevera y consumirse en los 3 ó 4 días después de su compra. Escoja las piezas amarillas con tonalidades rosadas, que cedan al apretarlos con los dedos, rechazando los que están dañados o muy blandos.
Esta variedad de melocotón, de piel lisa, sin vellosidad, mucho más jugosa en su carne interior y con el triple de vitamina C, la hace perfecta para que nuestro cuerpo absorba el hierro de los alimentos y mejore el normal funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico.
Nectarinas
Consumir frescas o prepare con ellas conservas, confituras, mermeladas y jaleas, o integrarlas en postres, tartas, pasteles, crepes o en formato sorbete o helado.
Las mismas recomendaciones que seguimos para la elección del melocotón sirve en este caso.
Aunque tienen una mayor cantidad de fibra, azúcares y calorías, desde un punto de vista nutricional aportan grandes ventajas.
Esta fruta ofrece una gran variedad de posibilidades gastronómicas. Además de cruda, puede formar parte como ingrediente de tartas, galletas, mermeladas o jaleas.
A la hora de adquirirlos descartaremos los ejemplares con manchas verdes, los que estén demasiado maduros o tengan golpes. En cambio, nos quedaremos con aquellos de buen aspecto, que cedan un poco al apretarlos con el dedo. Aplique las mismas normas de conservación que recomendamos para melocotones y nectarinas.
Redondeada u oval con estructura acorazonada, cada variedad presenta un color y un sabor diferentes, rojas y negras de jugosa carne y dulces, las amarillas con mucho jugo en su interior.
Principalmente compuestas por agua, tienen un aporte básico en minerales, vitaminas y fibras, que nos ayudan a mejorar la visión, el buen estado de la piel, pelo, mucosas, huesos, la resistencia del sistema inmunológico, el corazón y la actividad muscular. Pero si existe una cualidad de la ciruela popularmente reconocida es su acción laxante gracias a su contenido en fibra, en sorbitol y derivados de la hifroxifebilxantina, que estimulan la actividad de los músculos del colon y protegen la mucosa intestinal, por lo que es ideal para el desayuno como prevención de los problemas de estreñimiento.
Alguien echará de menos un fruto con hueso característico: la cerezao la picota. No se preocupen, han comenzado a aparecer, tanto las de Lleida como las archifamosas del Valle del Jerte, pero queremos dedicarlas un rincón especial en el próximo número, con varias recetas sencillamente espectaculares. No se lo pierdan.
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Carnes sublimes, como el buey gallego, y clientes exigentes. La mejor forma de conocer el valor de nuestro trabajo.
Los años de experiencia nos han enseñado que somos el resultado de un equilibrio entre el producto que ofrecemos y la opinión y confianza que nuestros clientes nos otorgan. Ninguno de los elementos funciona por si solo, por ello para nosotros es fundamental mantener el nivel de alta calidad de nuestros alimentos y testamos el grado de satisfacción de nuestra clientela.
Desde hoy ponemos a la venta un nuevo ejemplar del considerado lujo entre las especialidades cárnicas: un nuevo buey gallego en Carnes Cesáreo Gómez y como no todos son iguales, queremos someterlo al juicio de nuestros consumidores, aunque su apariencia previa nos da plena confianza.
El buey gallego es fruto de la cría tradicional, aprovechando la experiencia de los ganaderos y de unas condiciones climáticas únicas que confiere a su carne unas cualidades organolépticas reconocidas tanto por los profesionales como por los consumidores que buscan una carne tierna y excepcional.
Los bueyes que, de la mano de Galcarnes, llegan a nuestros expositores de forma regular se crían principalmente en pequeñas explotaciones familiares con baja densidad de ocupación, donde los animales llevan una vida pacífica y sin estrés, lo que le aporta buena parte de las cualidades de la carne.
La especial alimentación recibida, donde la nobleza de pastos y el maíz juegan un importante papel, es otra de las variables que entran en juego, y responsable de la presencia de ácidos Omega 3 y de vitaminas A y E. Esta dieta seleccionada se percibe en el marmoleado de su Carne Roja, grasa intramuscular que le aporta las cualidades de sabor, con abundante grasa amarilla, blanda y con una textura inigualable.
Ahora ya ha superado su periodo de reposo en cámara frigorífica, donde se produce el milagro que transforma el músculo en carne perfectamente adecuada para su consumo.
Es el momento en que usted nos dé su opinión. Por el ahora, sabemos que haremos feliz al hijo de la Sra.Valcácel, cuya lejanía por cuestiones de trabajo en Bolonia se ve recompensado por algún que otro envío de un chuletón de buey gallego envasado al vacío con el que su madre le premia. Y no es el único caso, y todos son realmente entrañables. Y es que los carnívoros somos así, nos gusta premiar.
Nos vemos en Alicante, nos vemos en Nou Manolin
Decíamos que en nuestro gremio eres lo que ofreces y eres, también, la valoración que los clientes tengan de ti. Por ello, seguir proporcionando nuestras carnes al grupo Nou Manolin , una de las referencias del buen yantar internacional, es para nosotros parte del concepto de “trabajo bien hecho”, y, de alguna forma, participamos del éxito y distinciones que han ido acumulando en décadas cuidando el paladar en Nou Manolin, en Piripi y, desde hace poco, en Pópuli Bristró.
Si la barra como espacio gastronómico necesitase de dignificación, esta se la otorgan templos del degustar en “taburete alto” como Nou Manolin o Piripi, los clásicos del buen comer en Alicante, cuya importancia a lo largo de los años ha trascendido de tal manera que gurús de mantel y tenedor, como el chef Joël Robouchon, José María Arzak o el cocinero, gastrónomo y comunicador Rick Stein , entre muchos otros, les han posicionado como lugares de culto.
El valor de su cocina se basa en la tradición y calidad de producto, en la elección de sus proveedores, en el realizar la compra a diario, ya sea en las lonjas de Denia y Santa Pola o suministradores de finas carnes en Madrid, de lo que nos sentimos plenamente orgullosos en participar, pues cada jornada nos requieren su pedido, que les enviamos en transporte frío urgente, para que en el mismo día dispongan en sus cocinas de lo mejor que podemos ofrecerles.
En sus restaurantes se rinde pleitesía con el mismo cariño y cuidado a las verduras de la tierra, a los pescados y mariscos de su entorno marino y a las CARNES con mayúsculas, dando forma a excelentes platos de lomo alto de vacuno mayor gallego, a solomillos acompañados de setas de temporada y coulis de miel, a cochinillo confitado y crujiente, a chuletitas de cabrito con ajitos tiernos, a steak tartar, a manitas de cerdo a la manera tradicional, a entrecot de añojo a la crema de cabrales…
En definitiva, en Madrid ya tenemos 3 razones para escapar a Alicante…, ah!, también el mar.
Más información, reservas o pedidos telefónicos en nuestra web: www.carnescesareogomez.es/