Ingredientes:
Para la masa:
300 gr de harina
100 ml de agua
1 cucharada de aceite de oliva
1 huevo
Un pellizco de sal
Para el relleno:
2 manzanas
4 cucharadas soperas de azúcar
1 cucharada de azúcar vainillado
1 cucharada de canela
30 pasas
6-8 nueces
4 cucharadas pan rallado
50 gr de mantequilla
Un chorrito de ron
Para hacer la masa mezclamos los ingredientes indicados y los trabajamos hasta hacer una bola elástica y lisa. Una vez amasada, la aporreamos y golpeamos contra la mesa para conseguir que sea bien elástica y después se pueda moldear y estirar bien. La dejamos reposar cubierta con film de cocina y mientras, hacemos el relleno. Si usáis pasta filo o hojaldre comprado, pasad al siguiente párrafo.
En una sartén, derretimos la mantequilla y la mezclamos con el pan rallado, removiendo hasta que se forme una especie de arena de color dorado. Pelamos las manzanas y las cortamos en trozos añadiendo el azúcar y la canela. Ponemos las pasas en remojo con el ron para que se vayan hidratando.
En un bol mezclamos la mitad del pan rallado con las manzanas, las pasas y el ron y removemos bien hasta mezclar los ingredientes. Dejamos macerar mientras pasamos al proceso de estirado de la masa, que haremos tanto con masa casera como si hemos comprado hojaldre. En caso de pasta filo, solo falta rellenar y enrollar formando un paquete como veremos después.
En una superficie enharinada, estiramos la masa inicialmente con el rodillo y después, metiendo la mano por debajo y estirando hasta que prácticamente esté transparente. La tradición dice que hay que poder leer el periódico a través de la masa, pero tampoco hay que exagerar. Una vez estirada, la ponemos sobre un paño amplio de cocina enharinado que nos servirá después para enrollar el strudel.
Sobre la masa repartimos el resto del pan rallado que tostamos con la mantequilla sin necesidad de cubrir toda la superficie, sino echando un pegote por cada zona sin preocuparnos demasiado. Añadimos las nueces partidas en trozos también de forma repartida y ponemos el relleno extendido sobre un tercio de la superficie. Guardamos lo que sobre para otras preparaciones.
Doblamos los bordes laterales de la masa y la enrollamos empezando por el lado que tiene relleno. Si no sois hábiles haciéndolo el uso del trapo os puede venir bien para facilitar la tarea. Una vez enrollado el strudel, lo pintamos de huevo batido y lo horneamos a 180º durante unos 30-40 minutos sin pasarnos de dorado.
La tradición dice que este plato se consume en caliente, pero cuidado porque la guarda mucho el calor. Por eso os recomiendo disfrutarlo templado, acompañado de una bola de helado de vainilla, o mejor de la tradicional crema templada de vainilla con que se suele servir..