Cuando el brecol, o brocoli, se había posicionado como la verdura de la gente sana, como la superverdura, le ha salido el competidor en casa: el bimi. Una variedad natural, conseguida en 1993 en Japón con el cruce entre el brecol tradicional y la col china, que se ha convertido en el paradigma del alimento perfecto. La superhortaliza sin discusión, en cuanto a sus propiedades naturales y prestaciones, que ha ido escalando hasta encumbrarse hasta el liderazgo en ese vital ranking de los productos sanos al que prestamos, cada vez más, una mayor atención.
Y es que el bimi, baby brocoli o broccolini, lo tiene todo, o prácticamente todo, para haberse ganado semejante aceptación, en tan poco tiempo, como delicioso producto gourmet con propiedades perfectas para conseguir bienestar. Con apenas tres porciones a la semana ofrece una extraordinaria variedad de beneficios para la salud. Proporciona más zinc, ácido fólico, antioxidantes y vitamina C que los espárragos verdes, el brócoli tradicional, la col rizada o las espinacas. Además de ser rico en glucosinolatos, un agente anticancerígeno propio de las brásicas (familia vegetal de la coliflor, romanesco, etc…) y contener sinigrina, que favorece la eliminación de las células precancerosas.
Incluso aventaja a su “familiar” brocoli en que una vez recolectado se mantiene más tiempo sin estropearse.
Su sabor es suave, dulce y delicado, 100% comestible, desde el tallo a la florescencias, y sus preparación no requiere de especial detalle, pues se puede cocinar a la plancha, cocido, cocinado al vapor o, incluso, comerse crudo. El procedimiento más común es someterlo a un escaldado de poco más de 3 minutos en agua hirviendo con sal, escurrirlo y enfriarlo en un bol con agua con hielo, lo que cortará la cocción, fijando la clorofila que le hará mantener su vivo color verde. Después puede utilizarlo como ingrediente en la receta que más le convenga.
Receta de lasaña de bimi
Ingredientes (4 personas):
4 láminas de pasta fresca para lasaña
1 bandeja de Bimi
Sal
Pimienta molida
Aceite de oliva
50 gramos de mantequilla
½ litro de leche
Queso parmesano rallado, al gusto
Pon agua a hervir en un cazo grande añade sal y un poco de aceite. Cuando empiece a hervir introduce la pasta fresca para lasañas, sácala a los 3 ó 4 minutos y déjala escurrir durante 15 minutos con en paño de cocina seco.
Introducimos el Bimi en una sartén con unas dos cucharadas de aceite de oliva. En este momento podemos introducir otras verduras como espárragos, zanahoria, cebolla o champiñones. Removemos unos minutos hasta que se dore.
Por otro lado preparamos una bechamel, introducimos la mantequilla en un cazo y cuando se empiece a fundir añadimos la harina removiendo continuamente. Cuando la harina esté dorada añadimos la leche y lo removemos todo con unas varillas para que no nos queden grumos. Por último le añadimos un poco de sal y pimienta molida.
Añadimos a las verduras unas cucharadas de bechamel para que nos queden más jugosas y removemos bien.
Precalentamos el horno a 220ºC. En una fuente de horno ponemos una base de pasta y la cubrimos con una capa de verduras y lo repetimos 2 ó 3 veces. La última capa la cubrimos con la salsa bechamel y con abundante queso rallado.
Introducimos la fuente en el horno unos 5 minutos. A continuación colocamos el grill otros 5 minutos o hasta que se dore la capa de arriba.
Receta de la web BIMI
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