Pilar Bueno, amiga y clienta, con un delicado gusto por el buen hacer en la cocina, fue quien nos puso sobre la pista de una receta que se ha convertido en un clásico en su casa, y que cuando lo prepara solo confía en el cuchillo de Carnes Cesáreo Gómez.
Allá donde se encuentre prefiere llevarse el corderomade in Cesáreo, envasado al vacío, para poner en marcha una suculenta elaboración que tiene su origen y en las manos del chef Gerhard Schwaiger, ya cuando se ocupa de los fogones del restaurante Tristán, y ahora con espacio propio en Schwaiger Xino’s, ambos en las Islas Baleares, con una propuesta que auna un producto tradicional como es el lomo de cordero con la innovación.
Una receta donde la carne preserva absolutamente la naturalidad sápida y la jugosidad y la salsa es un excitante gustativo rebosante de fragancias y contrastes, muy especiada y refrescante.
Ingredientes: Para el cordero y el caldo de curry 2 lomos de cordero de 400 gr cada uno 4 cc de aceite de oliva 4 dientes de ajo con piel 1 rama de romero 1,5 litro de agua Las sobras del lomo de cordero 1 cebolla con piel 2 cc de curry 1 guindilla pequeña 1 hoja de laurel 2 dientes de ajo con piel ¼ litro de vino blanco 1 rama de tomillo 1 cc de cilantro en grano 1 cc de pimienta en grano 1 pequeña rama de apio de montaña 2 cc de sal 1 cc de estragón picado 1 cc de albahaca picada 1 cc de tomillo de limón picado
Cocinar todos los ingredientes durante 1 hora, dejar reposar a 78 º. Cocinar los lomos de cordero en este caldo a 78º durante 1 hora.
Sacarlo, secarlo y saltear en aceite de oliva, ajo y romero durante 7 minutos y reposar la carne con las hierbas picadas.
Ingredientes: Salsa para la carne Jugo de 1 lima al horno 140 º 35 minutos 1/8 litro de jugo de carne de cordero 20 gr. mantequilla fría Especias molido de: Flor de naranja Jazmín Pimienta negra Flor de nuez moscada Chili Laurel Cúrcuma
Meter una lima al horno a 140º durante 35 minutos y sacar el jugo con la carne de limón.
Calentar la salsa de cordero, mezclar con los ingredientes y ligar la salsa con la mantequilla fría.
Para muchos las hamburguesas de cordero son algo extraño dentro del mundo de la hamburguesa. No está completamente claro como encajan en el canon de sus “hermanas”, pero a su manera son impresionantes y significan un cambio de aires y una nueva tendencia en esa fórmula universal de “comer a dos manos”.
Tienen un éxito garantizado por sus excelentes cualidades sensoriales y sus características organolépticas que le confieren un valor considerable.
Otro punto a su favor: ¿cuántas veces ha tenido que bregar con los pequeños de la casa para que comiesen carne de cordero? Pero si la presentación es en modelo hamburguesa, ¡voilá! se acabarán las plegarias y desaparecerán en un plis plas.
Hay razones técnicas que deberían favorecer el consumo de la carne de cordero: es una excelente fuente de proteína de alta calidad y abastecedora del fundamental hierro. Una porción promedio puede proporcionar el 20 por ciento de la ingesta diaria recomendada para los hombres y el 12 por ciento para las mujeres. El hierro que se encuentra en la carne de cordero, como ocurre con otras carnes rojas, se presenta en una forma que es fácilmente absorbida por el cuerpo. La inclusión de hierro en la dieta es vital en la formación de glóbulos rojos.
También la carne de cordero proporciona el 45 por ciento del requerimiento diario de zinc, esencial para el crecimiento, la curación y un sistema inmunológico saludable. Al igual que el hierro, el zinc encontrado en la carne de cordero es más fácilmente absorbido por el cuerpo que suministrado por otras fuentes.
Es una gran fuente de vitamina B, esencial para las reacciones metabólicas en el cuerpo. Puede proporcionar más del 100 por ciento de la necesidad diaria de B12 y es una buena fuente de tiamina.
También contiene oligoelementos como cobre, manganeso y selenio.
La mitad de la grasa en la carne de cordero es insaturada, lo que es bueno para usted. La mayor parte de la grasa insaturada es monoinsaturada, comúnmente encontrada en la saludable dieta mediterránea.
Aunque el cordero es lo suficientemente sabroso y no es necesario añadir nada para tener una gran experiencia de hamburguesa, tiene también la virtud de combinar a la perfección con condimentos con personalidad, para convertirse en versiones orientales o morunas de sabor portentoso. Todo está en su mano.
Hamburguesa de cordero con tzatziki
Ingredientes: Hamburguesas de cordero Diente de ajo Panes para hamburguesa Menta fresca Sal y pimienta al gusto
Para el tzatziki: Yogur griego Pepino rallado Diente de ajo picado finamente 1 cucharada de zumo de limón 1 cucharadita de aceite de oliva Pizca de eneldo fresco
Para acompañar: Rúcula Queso feta
Frotar las hamburguesa con el ajo y la menta. Salpimentar.
Calienta una parrilla o una sartén con un poco de aceite de oliva y pon a dorar las hamburguesas.
Mientras tanto combina el yogur, el pepino rallado, el ajo, el jugo de limón, el aceite de oliva y el eneldo.
Acomoda las hamburguesas de cordero en los panes y cubre con el tzatziki.
Sirve con unas hojas de rúcula y un poco de queso feta.
Más información, reservas o pedidos telefónicos en nuestra web: Carnes Cesáreo Gómez
Marinar, que nació como una técnica de conservación, principalmente para piezas de carne de caza mayor, hoy en día se usa como forma de aromatizar nuestra preparación previa al cocinado.
El marinado es la técnica mediante la cual se remoja un alimento por un tiempo prolongado en una mezcla líquida, alta en aromas y sabores, para que éste los absorba.
Específicamente en las carnes, el marinado se utiliza para agregarle distintos sabores (normalmente hierbas y líquidos, como el vino), y cambiar su textura, haciéndolas más blandas y agradables al consumir.
Al marinar un trozo de carne, se recomienda utilizar un medio líquido donde se encuentre presente aceite y ácido. El resto de los ingredientes quedan libres a nuestra creatividad, solo debemos seguir una pequeña regla: las carnes de cordero y aves permiten marinadas con ingredientes y hierbas dulces, en cambio el vacuno no es la mezcla más recomendable.
Como base de la marinada se puede utilizar aceite acompañado de vinagre, vino, jugo de frutas como la piña, naranja o limón y yogurt, entre otros. Hay que cuidar que la mezcla no sea excesivamente ácida, ya que demora bastante en absorberse y llegar hasta el centro y durante todo ese tiempo se podría dañar la superficie de la carne. Para que esto no ocurra, se debe tener trozos pequeños de carne o también es posible dejar la pieza completa de ésta, pero inyectada con el marinado.
Para marinar se necesita un recipiente de acero inoxidable, plástico, vidrio. El aluminio sin tratar no debe ser utilizado, ya que reacciona con el ácido del marinado, cambiando su sabor y color.
La mejor forma de marinar un trozo de carne es en una bolsa al vacío, pues así toda la superficie de ésta se encuentra en contacto con la mezcla. Lo más probable es que no se tenga una máquina para crear vacío, por lo que una bolsa bien sellada cumple la misma función. Sólo se debe mover de vez en cuando, mientras se esté en el proceso.
Un trozo de carne roja puede quedar toda la noche marinando, siempre y cuando ésta no sea muy ácida.
Cuando esté listo para asar, asegúrese de tratar la carne marinada con el mismo cuidado que trataría cualquier carne cruda.
Si se está realizando un asado y se desea agregar más marinada durante la cocción, no hay que utilizar la que estuvo en contacto con la carne cruda para evitar contaminación. Conviene reservar un poco de la mezcla para este momento y asegúrese de hervirla durante 5 minutos antes de usarla.
Una marinada seca de hierbas es sencilla, basta con mezclar algunas hierbas secas aromáticas enteras o picadas que darán un sutil aroma a la comida.
Marinar en forma de pasta consiste en una mezcla de hierbas, especias y aromatizantes como ajo, jengibre o corteza de cítricos, picados y mezclados con aceite o salsa de soja. Esta pasta no solo aromatizará el ingrediente marinado sino que al adherirse a él lo mantendrá jugoso durante la cocción.
Una marinada a base de aceite y aromatizantes es ideal para proteger y realzar las hortalizas.
Una marinada ácida a base de cítricos, vinagre, vino o yogur, perfuma el alimento y al mezclar estos ingredientes con aceite, dicho aceite lo protege.
La raspadura de la piel del limón da consistencia, sabor y textura y su jugo además de sabor, cuece de forma natural alimentos crudos. Tiene además la ventaja de conservar su color evitando que pierdan su color natural.
Pero también hay que tener en consideración algunas normas que evitarán un desastre en la preparación. A saber, un exceso de tiempo en una marinada ácida puede estropear el alimento dejándolo excesivamente cocido, mustio y con demasiado sabor a limón.
Hay que recordar que los aromatizantes deben utilizarse con tiento; su palabra ya lo indica, se trata de aromatizar y realzar el sabor del alimento, no debe dominar por encima de él.
Si utilizamos hierbas no debe sobresalir el sabor de ninguna de ellas; esto disfrazaría el sabor del alimento principal y nos sería desagradable.
Ahora es el momento de ponerse el delantal y a cocinar.
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La deliciosa carne de cordero es uno de los productos estrella de la gastronomía española, especialmente cuando queremos celebrar. Un sabor que siempre ha gozado de un estatus elevadísimo en el gusto popular.
Vamos a disfrutar de las fiestas al mordisco de nuestras carnes de cordero lechal, de la localidad de Roa, en Burgos, con la garantía de Indicación Geográfica Protegida, que asegura la terneza, sabor y aromas que le ha convertido en único. O el inigualable cordero merino de las tierras extremeñas, famoso por la jugosidad, o nuestro especial cabritode la Sierra de Gredos, una delicia gastronómica no suficientemente valorada.
Receta de cordero albardado con frutos secos y puré de peras
Ingredientes: 4 piezas de tournedó de cordero 8 cucharadas de frutos secos molidos variados sin tostar Aceite de oliva Sal Pimienta
Puré: 150 g de carne de pera ¼ de vaina de vainilla 15 g de mantequilla 1 cucharada de azúcar
Salpimentamos los tournedós por ambas caras y los rebozamos en los frutos secos. Sobre una amplia sartén antiadherente con aceite caliente, doramos los tournedós por ambas caras a fuego medio durante 7 min por cada cara. Reservamos sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa.
Por otro lado, pochamos la carne de pera con la mantequilla a fuego medio junto con las simientes de la vainilla, añadimos el azúcar y trituramos.
Servimos la carne con el puré de peras.
En este caso, hemos albardado con frutos secos ya que combinan perfectamente con el cordero. Es importante que los frutos secos estén sin tostar, ya que de lo contrario, se quemaran enseguida, y no cocinarlos con el aceite demasiado caliente. Receta de Canal Cordero
Receta de carré de cordero a la miel de romero
Ingredientes: Un costillar de cordero 3 ramitas de romero 3 tomates pera 3 zanahorias 1 puerro 1 cebolla 100 gr. de miel de romero 35 cl. de vino tinto 3 cucharadas de vinagre de vino Aceite de oliva virgen extra Sal y pimienta.
Precalentamos el horno a 220º. Limpiamos el costillar de cordero eliminando la carne que sobra sobre las costillas, la capa de grasa y el hueso del espinazo con ayuda de un machete. Cortamos la carne que queda entre las costillas con un cuchillo afilado y fino, y las raspamos para que queden limpias de carne. Partimos el costillar en tres partes para poder saltearlo más fácilmente. Reservamos los restos de huesos y carne.
Pelamos y cortamos en trozos la cebolla, las zanahorias, el puerro y los tomates y los salteamos en una sartén con un chorro de aceite.
A los veinte minutos, añadimos el vino tinto, y el romero. Salpimentamos y dejamos cocer durante una hora a fuego lento y cazuela tapada. Pasado este tiempo añadimos la miel y el vinagre, disolvemos y dejamos cocer cinco minutos.
Colamos la salsa y desechamos los restos de carne y verduras.
Preparamos una sartén a fuego vivo. Ponemos un chorrito de aceite y doramos los costillares para que queden sellados.
Los introducimos en el horno, en una placa pintada con aceite y dejamos que se asen durante 10 minutos.
Servimos recién sacados del horno cubriéndolos con la salsa y con una guarnición al gusto. Receta de Directo al Paladar
Receta de cordero al horno
Ingredientes (3 personas): 1 paletilla de cordero Aceite de oliva virgen extra Romero, tomillo, orégano Sal 1 vaso de vino blanco seco 2 vasos de agua 3 cebollas
Pelamos y cortamos las cebollas en rodajas.
En una fuente de barro colocamos las cebollas en el fondo, y sobre estas la paletilla de cordero.
Regamos con un chorro de aceite de oliva virgen extra y sobre este espolvoreamos las hierbas aromáticas.
Añadimos el vino blanco y dejamos una media hora antes de meter en el horno, de ese modo potenciaremos los sabores.
Precalentamos el horno a 180º C y ponemos la fuente de barro a una altura media, durante aproximadamente una hora y media.
A los 10 minutos de introducirlo en el horno , añadimos un vaso de agua.
Es muy importante que nunca este seco, e ir dándole la vuelta cada 15- 20 minutos.
Una vez veamos que esta tostado y tierno, solo nos quedará servirlo y disfrutarlo. Receta de CocinaConPoco
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¿Es usted un consumidor contumaz de hamburguesas? ¿Es de los que se niega a que en su bollo de pan no entre otra carne que no sea de buey, cebón, añojo o ternera? Pues nos proponemos abrirle los ojos, expandir sus horizontes, romper las fronteras de sus hábitos cárnicos. Hay otro mundo más allá del vacunopara elaborar una sabrosísima hamburguesa, existen posibilidades suculentas para ese placer único de comer con las manos. Les presentamos las hamburguesas de cordero.
Les preparamos hamburguesas de carne picada de cordero lechal o merino, sin mezclar con ningún otro ingrediente, con su punto de grasa para conseguir una pieza jugosa, pero nunca grasienta.
Una excelente alternativa a las tradicionales, con el beneficio añadido de contener más valor nutritivo y el sabor característico de la carne de cordero.
Hamburguesa de cordero con cebolla caramelizada
Ingredientes: 1 tomate Canónigos 4 panes para hamburguesa 4 Hamburguesas de cordero
Salsa de mostaza: 1 chalota 15 g de mantequilla 225g de nata. 1 c/s de brandy 25 g de mostaza en grano 1c/c de mostaza en polvo Sal Pimienta Cebolla caramelizada: 1 cebolla Aceite de oliva 50 g de azúcar 1 c/s de vinagre de Jerez
Para preparar la salsa de mostaza, picaremos la chalota y la sofreímos con la mantequilla. Cuando esté dorada, añadimos el brandy y dejamos hervir unos segundos antes de incorporar la nata. Reducimos hasta que se espese ligeramente e incorporamos la mostaza en polvo. Mezclamos bien y añadimos la mostaza en grano. Salpimentamos y dejamos hervir hasta que tenga el espesor deseado.
Cortamos la cebolla en juliana fina y pochamos con una cucharada de aceite de oliva. Cuando este bien blanda, incorporamos el azúcar y dejamos que se caramelice. Finalmente añadimos el vinagre y lo dejamos hervir durante un par de minutos más.
Cocinaremos las cuatro hamburguesas en una sartén con parrilla. Mientras tanto, cortamos el tomate en rodajas, tostamos los panes y lavamos los canónigos. Colocamos el tomate y los canónigos sobre el pan, encima la hamburguesa y añadimos la cebolla caramelizada sobre la carne. Ponemos salsa de mostaza al gusto.
Consejos:
La cebolla caramelizada la puedes encontrar ya elaborada en cualquier supermercado. Si no tienes tiempo de hacer la salsa de mostaza, puedes mezclar salsa mayonesa con salsa de mostaza, si estas son de calidad, te saldrá una salsa salsa espectacular.
Mercado y cocina, cocina y mercado. Dos mundos tan interrelacionados que ambos imponen sobre el otro sus tendencias. Os ponemos un ejemplo, todo el desarrollo de la gastronomía de la carne de cordero estaba basada en las formas de despiece y corte de nuestros maestros carniceros. Pero ahora, y no seremos nosotros los que nos quejemos, es la imaginación y el quehacer de los chefs los que nos sugieren nuevos perfiles en cada corte para adaptarlo a una cocina que se renueva. Distintos formatos para distintos platos que la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino (INTEROVIC) están empeñados en fomentar.
La pieza más popular del corderoera la pierna, una porción de un tamaño considerable, quizás demasiado grande para los modelos de unidades familiares actuales y que encontraba acomodo en las reuniones festivas familiares y habitualmente preparad al horno.
La intención es que usted encontrar la suculencia de la carne de pierna de cordero y del lechalen 3 nuevos cortes: medallones, en filetes o en tournedos.
Los medallones, rodajas sin hueso de unos 2 cm de grosor, sacados de la pierna del cordero lechal, lo que los convierte en unos trozos muy tiernos y jugosos sin apenas grasa y un sabor suave. Puedes prepararlos a la plancha, aderezados con hierbas o empanados, pero asegúrate de que la parte de dentro quede siempre rosada para lograr el punto óptimo de sabor.
El filete, de unos 7 mm de grosor, extraído de la pierna del cordero recental y pascual; un corte muy tierno y fácil de preparar que, probablemente, sea la pieza más versátil de todo el cordero. Con ellos puedes hacer bocadillos, tapas, rollitos, milhojas.
El tournedó, también del cordero recental y pascual, es una rodaja sin hueso de unos 2 o 3 cm de grosor que viene envuelta con la “tela” del mismo cordero. Se trata de una pieza noble, perfectamente proporcionado para facilitar su cocinado y con una presencia elegante al emplatar. Es un corte ideal para amantes de la carne “al punto”, con el centro rosado, tierno y jugoso.
De la parte baja del cordero, la falda, sacamos dos cortes ideales para los aficionados a las barbacoas y parrilladas: el churrasco y el churrasquito.
El churrasco, sacado de la falda del cordero recental y pascual, es una tira alargada de carne con hueso, correspondiente a las costillas. Se trata de una pieza que ha sido muchas veces infravalorada, pero si se cocina bien nos puede proporcionar los trozos más tiernos del cordero. Es ideal para hacer en barbacoa, pero también sabe muy bien al horno o asado al vapor.
Los churrasquitos provienen de la punta de pecho de la falda del cordero recental y pascual, y son unos pequeños trocitos con hueso. El secreto de esta pieza es dejarlos muy crujientes y bien escurridos de grasa una vez cocinados. Pequeños bocados que resultan de lo más adictivos.
Llegamos a la pieza que más controversia levanta, pues se reparten en la misma proporción los que adoran su intenso sabor, como los que consideren que es un corte menor: el cuello. De esta zona se sacan tanto el filete de carrillón como los collares de cordero y lechal; dos piezas muy codiciadas.
El cuello, deshuesado y abierto en “libro”, viene marcado con el cuchillo y está listo para hacer a la plancha. Esta pieza, de la que se pueden sacar 2 o 3 filetes, te sorprenderá por su ternura, sabor y jugosidad. Hay que cocinar para que quede bien hecha pero procurando no excederse para no perder la jugosidad de su carne.
Los collares, por su parte, son rodajas o medias rodajas no muy gruesas de cuello que vienen presentadas con hueso. Son ideales para hacer a la plancha o a la brasa ya que la gran cantidad de grasa infiltrada que tienen conserva este corte siempre jugoso. Perfecta para la elaboración de guisos al estilo del rabo de toro.
Todos los nuevos cortes confieren al cordero y al lechal una enorme versatilidad hasta ahora desconocida y que abre un abanico de posibilidades sin límites a la hora de prepararlo. Pídenoslo, pon aprueba su habilidad en la cocina y, sobre todo, disfrute.
Receta de tournedó a la cerveza negra
Ingredientes: 4 piezas de tournedó de cordero 4 chalotas 300g de cerveza negra 35g de melaza de caña Aceite Sal Pimienta
Puré: 350g de leche 50g de nata 40g de mantequilla 350g de patata cocida pelada
Salpimentamos los tournedós por ambas caras y sobre una amplia sartén antiadherente muy caliente, doramos los tournedós a fuego medio-alto durante 5-6 min por cada cara.
Sobre la misma sartén, añadimos un chorro extra de aceite de oliva y doramos las chalotas picadas en julianas, añadimos la cerveza y la melaza y dejamos reducir a fuego bajo junto con la carne, tapados. Sazonamos.
Introducimos las patatas troceadas con los lácteos recién hervidos y la mantequilla, trituramos, salpimentamos y dejamos cocer a fuego bajo, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Salpimentamos.
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Para quienes consideren que la rusticidad y la autenticidad es un valor en la alimentación, están de suerte, ellos serán los que incluyan en el menú de las fiestas cabrito lechal de Ávila, y se estarán ganando el “cielo” gastronómico.
Buena parte de los aficionados a las carnes asadas consideran que el cabrito supera en sabor y textura al lechazo, al cochinilloy al cordero, sobre todo si los ejemplares son autóctonos del paisaje serrano avileño, auténticamente lechales, sin haber catado pasto alguno, su peso se ajuste a los cánones, entre 3 y 4 kilos, y su crianza se ha desarrollado en un ambiente natural.
Todas estas condiciones las cumplen estrictamente los cabritos que comercializamos, cuya carne es tierna y de color blanco nacarado, sin apenas grasa extremadamente jugosa. De los que se encuentran con enorme dificultad en las cartas de restaurantes y solo los especializados de su zona geográfica tienen a bien despachar, y que dado el escaso número que se producen no es fácil echarles el guante en las carnicerías. Una suerte de combinación de las condiciones orográficas y climáticas de la Sierra de Gredos, del proceso natural de su crianza y del respeto por las tradiciones.
Podrá encontrar en el mercado cabrito lechal, con algo más de edad y algo más cargado de peso, de los que, sin ninguna duda, atesoran una enorme calidad, pero… no es lo mismo. Los matices de nuestros cabritos lechales de Ávila no tienen parangón.
Lo dicho, realice su reserva con antelación por que tenemos muchos gourmets entre nuestra clientela.
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Cada cordero esconde piezas deliciosas, perfectas, que necesitan de la habilidad del carnicero con los cuchillos para individualizarlas. Es el momento que el cuchillo y la mano firme de los profesionales de Carnes Cesáreo Gómez consigan los cortes precisos y limpios.
Si existiese un escudo del gremio de carniceros este podría ser “cuchillos cruzados sobre campo de gules”. Y es que para la profesión los cuchillos, y sobre todo su manejo, es la esencia de nuestro trabajo, lo que nos faculta.
Por ello la experiencia, la destreza, la pericia y la habilidad con los cuchillos, al estilo de un cirujano, nos permite realizar los cortes oportunos, sacar a la luz e individualizar las piezas que se esconden en ese “todo” que es el animal a la canal.
Todos coinciden que unas de las cosas que más cuesta en la tarea del despiece de corderoes el “esquinado”, o lo que es lo mismo partir por la mitad de la columna vertebral con rapidez y sin dañar el resto de las piezas del cordero. Una faena que requiere habilidad y mucho tino, son muchos los corderos que se dañan hasta que llegas a hacerlo bien.
Hay trucos como poner una varilla en la columna que ayuda trazándote el camino por donde tienes que golpear, pero el buen profesional debe saber hacerlo sin esa ayuda.
En el siguiente video Manolo da una lección magistral de cómo esquinar un cordero, al aire, sin trucos.
Y una vez realizado el esquinado se consiguen los siguientes cortes:
Paletilla:
Las patas delanteras, más pequeñas que las piernas, muy sabrosas y jugosas, con mayor proporción de grasa que proporciona una carne muy tierna, excelente para asar entera, aunque también se puede trocear y hacer exquisitos guisos con ella.
Receta: Paletilla de cordero al estilo de Segovia
Pierna:
Son las patas traseras, se hacen enteras, a filetes, deshuesada…, es un corte muy apreciado para distintos tipos de elaboraciones culinarias, desde asados hasta guisos.
Receta: Pierna al vino tinto
Chuletas:
Es la pieza más cotizada de la canal, consta de tres tipos: las chuletas de aguja, las más cercanas al cuello, las chuletas de palo, del centro y que son las más apreciadas, y las chuletas de riñonada, que están cerca del lomo bajo y no tienen hueso. Son ideales para asar, freír, hacer a la plancha e incluso en Villaroy.
Receta: Carré de cordero con salsa de menta
Noisettes:
Son pequeños medallones obtenidos de la pierna deshuesada o de las chuletas deshuesadas y sin grasa.
Receta: Noisettes de cordero con miel
Costillar:
En la parte inferior del lomo está el costillar, es la carne deshuesada de las chuletas que también suelen elaborarse en asado, frito, a la plancha, etc. De muy buen sabor y es un corte con buen rendimiento cárnico.
Receta: Costillar de cordero con asadillo manchego
Falda:
Recubre la pared del abdomen, entre las patas y bajo el lomo, fibrosa y con ternilla gelatinosa, es un corte ideal para guisar. Con alto contenido en grasa.
Receta: Menestra con falda de cordero
Silla:
Este es uno de los cortes que cuenta con auténticos devotos, tanto entero como deshuesado y troceado, es ideal para asados. A veces acompaña a la pierna, y hay un corte que se conoce como barón que se compone de las dos piernas y la silla.
Receta: Silla de cordero rellena de dátiles y mostaza con puré de boniatos
Cuello:
O pescuezo es un corte muy económico y muy apropiado para hacer guisos, estofados, fondos, ya que proporciona un exquisito sabor al conjunto y es muy jugoso y tierno.
Receta: Cuello de cordero guisado
Pecho:
Muy sabroso, se encuentra entre el cuello y la falda conservando una importante proporción de grasa, es ideal para hacer un ragú o estofado.
Receta: Patatas guisadas con pecho de cordero
Hay ocasiones en que la cocina inglesa aporta opciones sugerentes, como este carré de cordero a la menta.
Ingredientes :
2 Carrés de Cordero Sal Pimienta Negra 2 dientes de Ajo 300 ml de Aceite de Oliva 100 ml de Vinagre de Vino 4 cucharaditas de Mostaza de Dijon 2 cucharaditas de Romero 1 hoja de Laurel
Para la salsa de menta: 100 ml de Caldo de Pollo 1 Cebolleta 2 cucharadas de Vinagre balsámico 2 cucharadas de Menta fresca 1 cucharada de Aceite de Oliva 1 cucharada de Mantequilla Sal Pimienta Negra
Lo primero que tendremos que hacer será limpiar bien los carrés de cordero, quitarles la capa externa de grasa y limpiar el hueso de cada costilla, separándolos y quitándoles toda la grasa y carne que tengan alrededor. Esto no es tarea fácil, si os lo puede hacer un profesional, mejor que mejor.
Una vez que tengamos los carrés limpios, los salpimentamos y preparamos la salsa para marinarlos. Para ello mezclamos el aceite, el vinagra la mostaza, el romero y el laurel. Ponemos la mezcla en un recipiente donde quepan los carrés y se queden cubiertos con la salsa o la metemos en una bolsa de congelar, ponemos los carrés dentro y la cerramos bien. Dejamos marinar toda la noche, asegurándonos de que la carne quede bien cubierta de salsa.
Al día siguiente, precalentamos el horno a 220ºC. Ponemos los carrés y la salsa en una fuente de horno y los introducimos en el horno muy caliente, para sellar la carne durante 10 minutos. Bajamos la temperatura a 180ºC y dejamos que se ase el cordero durante 20/30 minutos, dependiendo de como nos guste la carne de hecha. A mi personalmente me gusta que el cordero esté bien hecho, por eso lo dejo el tiempo suficiente. A mitad de cocción le damos la vuelta a las piezas.
Mientras se asa el cordero preparamos la salsa de menta, poniendo el aceite y la mantequilla en una sartén, a calentar. Añadimos la cebolleta muy picada y la dejamos pochar unos minutos. Añadimos el caldo y el vinagre y los llevamos a ebullición, dejando que hiervan unos minutos, para que reduzca la salsa y espese. Al final, añadimos la menta muy picada y removemos.
Cuando el cordero esté listo, lo sacamos del horno y cortamos los carrés en grupos de tres o cuatro chuletas. Los servimos en el plato con un poco del jugo donde se han asado y acompañados, en este caso de unos tomates cherry confitados y de unas patatas cocidas y fritas o al romero. La salsa de menta se sirve aparte.
2 Piernas de cordero 8 Dientes de ajo 1 Rama de romero 50 g de manteca de cordero 4 Patatas medianas 2 Cebolla 2 Ramitas de perejil Sal Pimienta Agua
Pela las patatas y las cortas en rodajas.
Pela la cebolla y la cortas en rodajas.
A los ajos les haces un corte en el centro.
Lava el perejil y lo picas.
Precalienta el horno a 165º.
Salpimenta las piernas de cordero y las pones en una cazuela de barro o en una bandeja de horno.
Unta las piernas con la manteca de cerdo.
Añade a la cazuela los ajos y el romero, le echas 2 casos de agua y lo introduces en el horno a 165º durante 30 minutos.
Pasados los 30 minutos sacas la cazuela del horno y le das la vuelta a las piernas, lo vuelve a introducir en el horno y lo dejas 30 minutos más.
Saca el cordero del horno y lo retiras de la cazuela.
Añade en la cazuela las patatas, la cebolla, previamente salpimentadas, y el perejil picado.
Vuelve a poner el cordero en la cazuela y le echas un par de vasos mas de agua.
Lo vuelves a introducir al horno a 200º durante 30 minutos aproximadamente.
Lo sacas del horno y le das la vuelta a las piernas, lo vuelves a introducir y otros 30 minutos a 200º, hasta que este bien dorado.