En Frutas Charito le damos mucha importancia a la buena presencia y lozanía de nuestras frutas y verduras, como es una buena muestra nuestros bancadas en el Mercado de Chamartín, pero somos conscientes que la conservación de estos productos no es tarea fácil, y queremos evitar que al abrir su nevera aquella fruta que tan buen aspecto tenía en los mostradores aparezca triste y deslucida. Por ello hemos recogido algunos consejos que faciliten alargar la vida útil de frutas y verduras, conservando sus mejores cualidades, tanto nutricionales como visuales, lo que significa también un ahorro en la economía doméstica.
Conservar verduras
Solemos pensar que la mejor forma de conservar las verduras es en la nevera, pero esto no siempre es así, ya que algunos alimentos como la patata, el tomate, la cebolla o el boniato, se deben guardar en lugares secos y bien ventilados.
En el caso de los ajos podemos recurrir a meterlos en la nevera unas horas antes de utilizarlos para poder pelarlos con mucha más facilidad.
En otros vegetales de hoja como las acelgas, las espinacas o las lechugas, sí es conveniente guardarlos en el frigorífico. La forma más recomendable es introducirlos en una bolsa de plástico con varios agujeros para mantener la ventilación idónea y evitar que se pudran.
Si crees que no te va a dar tiempo a comer todas las verduras que has comprado antes de que se estropeen, puedes congelarlas. Podrás hacerlo tanto cocinadas como crudas, aunque sí debes tener en cuenta que hay que lavarlas y secarlas bien antes e introducirlas en una bolsa de plástico con buena ventilación también.
Para conseguir que conserven su mismo aspecto y color, lo mejor será blanquearlas. Este proceso consiste en hervir durante unos minutos las verduras, sin llegar a cocinarlas del todo, antes de proceder a su congelación, y así conseguiremos que el frío no afecte a su color ni a sus propiedades.
Proteger la fruta
El lugar más adecuado para conservar frutas es en un sitio fresco y seco con buena ventilación. Hay que evitar en la medida de lo posible el frigorífico, ya que de esta manera además de «pasarse» se van «arrugando», porque van perdiendo humedad interior, perdiendo su sabor y se pudrirán antes de tiempo. Esto sucede, sobre todo, con las naranjas y las manzanas.
Una de las técnicas para conservar frutas durante muchos días, para las que son muy delicadas, es utilizar el clásico tuper forrado con 2 ó 3 capas de papel absorbente de cocina, colocando también papel por encima antes de poner su tapa. Es recomendable comprobar cada día que el papel no está mojado, para cambiarlo inmediatamente si lo estuviera.
No guardar nunca en la nevera una fruta que no esté madura, sea la que sea. Dejarla simplemente 1 día o varios encima de una bandeja, en la cocina hasta que madure.
Algo que debemos tener en cuenta, pero que mucha gente desconoce, es que cuando mezclamos distintas clases de frutas se puede acelerar su proceso de maduración. El caso más conocido es el de las manzanas, por lo que lo mejor será colocarlas en un frutero aparte.
Si queremos aprovechar durante todo el año el sabor de una fruta de temporada, podemos optar por congelarla. A diferencia de las verduras, no es necesario blanquearlas, pero debemos congelarlas cuando aún estén muy frescas y comprobar que no tengan magulladuras.
Frutas Charito suministra el producto en bolsas de papel, pero si en alguna ocasión ha llegado a casa en bolsas de plástico es imprescindible sacarlas de su envoltorio, pues en el proceso de traslado pueden estar “sudadas” y por tanto mojadas.
La norma indica que lo más aconsejable es no lavar ninguna fruta antes de su conservación, y hacerlo en el momento inmediato a su consumo.
Estas son algunas recomendaciones que servirán para conservar frutas y verduras de la manera correcta para incluirlas en tu dieta diaria. Recuerda que una alimentación sana, bien balanceada y donde el mundo vegetal tenga una posición preponderante, te ayudará a conseguir una salud de hierro.
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