Ingredientes:
1 cucharada y media de mantequilla
1 cucharada y media de aceite de oliva
2 chalotas grandes
2 tallos de apio picados finos
2 kg de mejillones limpios y sin barbas
1 cucharada de tomillo fresco y ½ de seco
2 hojas de laurel
2 cc de perejil fresco picado fino
Pimienta negra molida
1 taza y media de vino blanco seco
Patatas fritas
En una cazuela grande derretir la mantequilla junto al aceite.
Añadir la chalota, el apio y pochar durante unos 5 minutos.
Incorporar a continuación los mejillones, espolvorearle el tomillo, añadir el laurel, una cucharada del perejil y pimienta negra generosamente.
Verter el vino blanco sobre los mejillones y tapar la cazuela. Cocinarlo hasta que los mejillones se abran. El tiempo dependerá del tamaño del mejillón. Aproximadamente 6 minutos. Una vez abiertos retirar del fuego.
Espolvorear con el resto del perejil a la hora de servirlos y acompañarlos de unas crujientes patatas fritas.
Para queden más crujientes las patatas se recomienda confitarlas en aceite de oliva a 140º durante 7 u 8 minutos antes de freírlas a 180º hasta que se doren.
Existe una variación en la cocina belga cocinando los mejillones con cerveza belga en lugar de vino. Utilizan cervezas como Gueuzer o una más fuerte como Duvel.