Queremos que se convierta en un experto barman, elaborando su gin tonic perfecto. Para ello le traemos lo mejor de las especias tropicales para reintegrar al cóctel todos los matices.
Resulta extraño que una de las bebidas que mayor auge tenga en la actualidad, el gin tonic, arranque su historia como un remedio contra la enfermedad tropical de la malaria. Pero lo que ahora conocemos como el cóctel inicia su travesía en Perú cuando se empezó a utilizar la cinchona como planta curativa, la mujer del virrey consiguió superar el mal gracias a la corteza de esta planta.
Años más tarde lograran extraer el principio activo de esta planta para generar la cura: la quinina, y convertida en pastillas se enviaba a las nuevas colonias europeas en Asia y África. Pero fueron los soldados británicos asentados en la India quienes encontraron la fórmula para hacer más digeribles sus dósis diarias de quinina, disolviendo las pastillas en agua, a la que añadían zumo de lima, ázucar y ginebra. El precusor del popular gin tonic era ya una realidad.
Bastó la visión comercial de personajes como Joseph Priestley, y sobre todo de Johann Jacob Schweppe (¿les suena de algo?) para que se vendiese el agua carbonatada con quinina, lo que comumnmente conocemos como tónica. En la actualidad de las mil y una versiones de tónica que encontraremos pocas son las que mantiene la quinina en su composición, pues la mayoría han optado por emuladores de sabor y edulcorantes.
Desde aquellos tiempos a la degustación actual del cóctel las cosas se han sofisticado en busca del gin tonic perfecto, del que, por supuesto, hay tantos como degustadores de la popular bebida, pero nuestra intención es que usted pueda devolverle esas notas tropicales que son intrínsecas a la chispeante bebida. Para ello les proponemos:
Limas kaffir, semejantes a las limas comunes pero de piel muy rugosa y que proporciona un potente sabor cítrico y floral. Tan solo utilizaremos la piel, pues la pulpa interacciona con el carbónico de la tónica y destruye las burbujas muy rápido. Lo que le quita buen parte de la gracia.
Y el más completo surtido de ingredientes botánicos: bayas de enebro, cardamomo, vainilla en rama, pétalos de flores, pimienta roja, pimienta de Jamaica, anís en grano, cilantro, clavo, canela en rama, palitos de lemongrass, menta, arándanos, frambuesas, fresón… Con todo ello…, perdón, escogiendo entre esta variedad podrá ir dando de forma a su gin tonic ideal, probar con las sensaciones que cada una de estas especias aporta al refrescante cóctel, de tal forma que en la tranquilidad de su casa consiga adecuar la combinación a las exigencias de su paladar.
¡A disfrutar de su particular Happy Hour!
Coruja
Aunque no siempre se pueden encontrar merecen la pena. Si no ha degustado en alguna ocasión las corujas, o pamplinas, algo le falta. Una planta acuática pequeña y tierna, que crece en fuentes y regatos de aguas cristalinas de zonas de montaña. Realmente es el mejor indicador de que una corriente de agua está libre de contaminantes, de no ser así la coruja simplemente no aparece.
Brotes tiernos que se pueden consumir directamente, sin más que un toque de aceite o de una vinagreta, o sirviendo de acompañamiento a piezas de carne al horno o a la plancha.
Una delicia de la naturaleza que recomendamos se aliñe en la misma mesa por cada comensal, pues sus delicadas hojitas pierden brillantez al contacto con el aliño. Es inevitable, lo delicado merece un trato especial y el espléndido sabor de las corujas lo vale.
Fresón
De Huelva, sin duda. Ha arrancado la temporada y las primeras cajas del rojo fruto nos hace presagiar una magnífica cosecha.
Naranjas naturales
Sin pasar por cámaras frigoríficas ni procedimientos de maduración, conservación o maquillaje, solo naranjas naturales maduradas en el árbol, frescas y naturales al 100%.
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