Ingredientes:
1 pintada de unos 2 kilos de peso
2 cebollas medianas
3 dientes ajo
150 g almendras crudas
2 trufas negras
180 ml vino oloroso
4 hebras azafrán
2 hojas laurel
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
Es importante sacar las piezas de la pintada sin romper los huesos, buscando las articulaciones. De este modo queda con una mejor presentación en la mesa y se evitan los huesos astillados. A mi me gusta conservar la piel, porque así la carne quedará mucho más jugosa.
Se empieza preparando un sofrito:
En una sartén se pone aceite de oliva suficiente como para freír a fuego suave la cebolla, cortada en cascos, y los ajos fileteados. Cuando la cebolla está dorada se saca y se reserva, y en el mismo aceite se fríen las almendras.
Este sofrito se maja en un mortero o con ayuda de una batidora.
En el mismo aceite y a fuego vivo se marcan las piezas de carne, y luego se van poniendo en una cazuela. Cuando están todas doradas, se añade un poco del aceite de la fritura y el vino, y se deja a fuego vivo hasta que se evapora el alcohol.
Se añade el sofrito majado, y las trufas laminadas, se salpimenta el guiso y se añaden las hojas de laurel y unas hebras de azafrán tostado, se cubre de agua y se deja cocer hasta que la carne está tierna y la salsa trabada.
Elaboración de la web Las Recetas de Mamá