Boletus, manjar del bosque
No ha sido un año propicio para el manjar del otoño por excelencia, las setas y hongos. La falta de lluvias, sobre todo en el arranque del otoño, ha propiciado unas setas tardías y en cantidad reducida, pero mientras que las heladas no hagan acto de presencia podremos disfrutar de unas jornadas con estas joyas micológicas.
Empezamos por el rey, los boletus, es el hongo más importante que hay, por su finura, sabor tan delicado, porque se come hasta el tronco, se puede comer crudo, laminado, como si fuera un champiñón. La seta de cardo es otro manjar, desde las tierras de las dos Castillas la traemos para usted, una de las setas más apreciadas por el público en general, ya sea guisada o a la plancha. Los níscalos, es otra de las que más se consumen en Madrid, sin llegar a las anteriores, son extraordinariamente finos para la plancha y muy sabrosos si son guisados con carne y patatas. Otras opciones: perrichicos, setas de los caballeros, trompetillas, tricolomas y setas de pezón azul.
Guisantes de las mejores huertas
Momento de leguminosas como el guisante o los tirabeques, de una ternura excepcional.
Pasamos al mundo de las manzanas, les ofrecemos las variedades más ricas, por su sabor, como pueda ser la manzana golden, royal gala, reineta, Fuji, verde doncella, granny smith, ariane o una variedad más moderna como es la pink lady, de curioso aspecto exterior – por sus zonas “gélidas” – pero una textura firme y mucho jugo.
Manzanas de todas las variedades
Mención merecen las peras, recolectadas en su punto óptimo de maduración de las tierras de Aragón y La Rioja, famosas por su agradable sabor y dulzor. Las variedades de pera de agua, pera comicio y pera conferencia.
Otra protagonista es la castaña, tan popular como versátil. Procedente de Ourense está considerada como la mejor de España, por su gran calibre y su sabor dulce.
Una sabrosa delicadeza, dátiles del Jordán, una dulce explosión de sabor en la boca.