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Carnes Cesáreo Gómez: pluma de cerdo ibérico

Cerdo ibérico en la dehesa

Si a nuestras abuelas les hubieran preguntado si querían comer pluma de cerdo ibérico, su primera respuesta hubiera sido visual: ojos como platos, ceño fruncido y expresión de estupor. La siguiente hubiera sido más carnal: pescozón en el cogote a quien hubiera osado hacerle tamaña sugerencia.

Y es que el tiempo avanza que es una barbaridad, y nuevos platos de carne ibérica se han ido añadiendo a la gastronomía que gira en torno a la carne del cerdo ibérico, y en general a la cocina del cerdo, convitiéndose en nuevos manjares y en los productos más demandados. ¿Moda?, sin ninguna duda, pero que a la vista de la exquisitez del resultado… bienvenida sea.

Esos nuevos cortes en los despieces no están provocados por una transmutación física de nuestro rey de la dehesa. Pluma, secreto o presa han estado allí desde que el cerdo es cerdo, que siempre han existido pero que no se utilizaban o se consumían de otro modo, pero la gastronomía, en busca de materias primas de calidad y de bajo coste –en su momento- pusieron en primer plano. En el caso de la pluma ibérica, de forma triangular, alargada y no muy ancha de espesor, que se obtiene de la parte anterior de la cinta de lomo, de la que antes no se separaba, presentan una carne muy tierna, especialmente jugosa por su equilibrio entre carne y grasa, ésta última se funde en el paladar proporcionando un bocado excelso.

Como parte de un todo, la pluma ibérica participa de las excelencias de cualquier corte que provenga del cerdo ibérico, criado en el idílico ecosistema de la dehesa, su nivel de ácido oléico de hasta el 55% es una contundente arma para combatir el colesterol. Ya se sabe que el cerdo ibérico es los más parecido a un olivo con patas.

Y dado que todo su sabor ya viene “de fábrica”, la pluma ibérica es perfecta para hacer a la plancha o la brasa, siempre agradeciendo las cocciones cortas.

Receta de pluma de ibérico con salsa de mostaza y pimientos de Padrón crujientes

Pluma de cerdo ibérico con salsa de Mostaza

Ingredientes:
300 gr. de pluma de cerdo ibérico
10 pimientos de Padrón
1 vaso de cerveza muy fría
Harina
200 ml de nata líquida
15 g de mantequilla
½ cebolla
2 cucharadas de mostaza de Dijon
1 cucharada de concentrado de carne
Aceite de oliva virgen
Sal en escamas
Pimienta

Para preparar la receta de Pluma de ibérico con salsa de mostaza y pimientos de Padrón crujientes:

En primer lugar, picamos la cebolla y la doramos en una sartén con mantequilla.

Añadimos a la sartén la mostaza, el concentrado de carne y la nata líquida. Dejamos a fuego muy suave para que tome cuerpo y ponemos a punto de sal y pimienta.

Preparamos la masa para rebozar los pimientos mezclando la harina y la cerveza muy fría hasta conseguir una mezcla bastante espesa. Sumergimos en ella los pimientos y freímos en abundante aceite caliente.

Por otro lado, en una plancha con un hilo de aceite, hacemos la pluma de ibérico.

Servimos la pluma con escamas de sal y acompañamos con la salsa de mostaza y los pimientos crujientes.

Receta del cocinero Julius en Cana Cocina

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Web de Carnes Cesáreo Gómez

Pescadería Ernesto Prieto: corvina salvaje

Corvina en Pescadería Ernesto Prieto

No siempre es fácil de encontrar en el mercado, pero la corvina salvaje es uno de los pescados que mejor fama tiene entre cocineros y gastrónomos. Un pescado blanco de carne nacarada y consistente, con muy poca grasa pero con un alto valor en proteínas y minerales, estupendo sabor, textura extraordinaria y buen comportamiento en la multitud de recetas. Alguien puede pedir más.

La delicadeza de su carne permite prepararla a la plancha, al horno, a la sal…, en definitiva, con las mismas prestaciones en fogón que admite la lubina. Pero además, está altamente cotizado entre los pescados para consumo en crudo, siendo el pescado generalmente aceptado para preparar ceviches y tiraditos, iconos de la gastronomía latinoamericana.

Si quieres degustar un ceviche de corvina perfecto, bastará con que nos lo solicites con antelación y te lo prepararemos para que puedas recogerlo en el momento que elijas, pues es una de las especialidades de nuestra cocina lista para llevar. Una equilibrada composición con la mejor corvina, cebolla roja, zumo de limón, cilantro, ají, pimienta y sal.

Aunque la cría de cautividad ha dado buenos resultados en Francia e Italia, países que iniciaron esta producción, también en las granjas marinas que florecen en el mediterráneo español. Es obvio que existen diferencias entre una corvina salvaje y un ejemplar de acuicultura, no solo en precio, también en textura y sabor.

Receta de corvina al horno
Corvina al horno al estilo del cocinero Sergio Fernández

Ingredientes:

1 kg de corvina
50 g de mantequilla
1 limón en zumo
10 ml de vino blanco
3 dientes de ajo
1 guindilla
1 cucharada de perejil
1 chorrito de vinagre de Jerez
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

Lo primero, troceamos la corvina, salpimentamos y la marcamos en una sartén con aceite.

Posteriormente, horneamos a 220º C durante 5 minutos.

Mientras, mezclamos la mantequilla con la sal y el perejil picado, la pimienta, el zumo y el vino.

Colocamos la mantequilla en papel film, formamos un rulo y enfriamos en agua con hielo hasta que endurezca.

En una sartén con un poco de aceite, doramos el ajo y la guindilla. Mojamos con el vinagre.

Vertemos el sofrito sobre la corvina y servimos acompañada de una rodaja de la mantequilla especiada.

TRUCO: La mantequilla la podemos tener guardada con el papel film en la nevera y utilizarla para más platos con pescado.

Receta del chef Sergio Fernández en la web Canal Cocina

 

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La web de la Pescadería Ernesto Prieto

 

Pescadería Ernesto Prieto: a la rica cococha

Si nos has probado unas cocochas te estás perdiendo uno de los mayores placeres que nos ofrece el mar, quizás la parte más jugosa de merluzas y bacalaos, por mencionar algunos de los pescados más comunes de donde se extraen, pues en cualquiera de sus preparaciones aportan los valores que se consideran esenciales en un manjar: textura y sabor.

Se trata de la parte carnosa que se encuentra en la mandíbula inferior de los peces, justo antes de las branquias. Pequeñas piezas, muy gelatinosas y de profundo sabor, cuyo uso en la cocina es mucho más cercano en el tiempo que se podría pensar, pues durante años se tiraban o regalaban por carecer de valor comercial. ¡El ser humano es capaz de cometer semejantes disparates!.

de la web La Cocina de Bender

de la web La Cocina de Bender

Con las cocochas pasa igual que con el resto del pescado del que se extraen, merluza o bacalao, y es que no todas son iguales. Las de bacalao son más rosadas y gelatinosas que las de merluza, lo que facilita su preparación al pil pil, aunque el sabor de las de merluza es más intenso. Pero además, dentro de estas últimas existenten diferencias, siendo las más apreciadas las de merluza de pincho nacional frente al resto de cocochas, al igual que pasa con el pescado.

Aunque las más comunes son las de los pescados que te acabamos de comentar, también se cocinan cocochas de otros pescados, como las de salmón o las de mero.

Ahora es uno de los productos más apreciados y enormemente revalorizado por la cocina del País Vasco, donde se preparan rebozadas y fritas, con merluza y almejas, o en su forma más popular, al pil pil.

Corre una curiosa historia sobre el origen de esta receta: los pescadores que estaban friendo el bacalao en aceite en su barco, de repente tuvieron que dejar lo que estaban cocinando porque se levantó un gran oleaje; así dejaron la cazuela del bacalao para atender a otras tareas más apremiantes, y cuando volvieron se encontraron que con el movimiento del barco producido por la marejada, había emulsionado el aceite en una salsa muy similar a la mayonesa, debido a la gelatina de este pescado. El nombre del pil pil viene del sonido onomatopéyico producido durante el confitado del bacalao, al estallar «pil» alguna de las burbujas de albúmina que suelta el pescado.

Receta de cocochas de bacalao noruego al pil pil con alcachofas

Cocochas de bacalao al pil pil con alcachofas

Ingredientes:
24 cocochas de Bacalao Noruego 
3 dientes ajo 
8 alcachofas 
Aceite de oliva virgen extra
Perejil
Sal 

Desalar las cocochas de bacalao.

Retirar las hojas externas de las alcachofas dejando el corazón. Cocer en agua hirviendo con sal  y una ramita de perejil hasta que estén tiernas. Partir en 4 y reservar. Guardar algo del agua de cocción.

En una cazuela baja o sartén con el fondo se aceite caliente freir los ajos laminados, cuando estén dorados retirar.

Incorporar las cocochas y dejar hacer a fuego muy suave moviendo la cazuela en vaiven y añadiendo ½ cacillo del agua de cocción de las alcachofas  durante aproximadamente 6-8 minutos, la salsa tiene que ligar.

Incorporar las alcachofas y dejar 2 minutos mas sin dejar que hierva y moviendo la cazuela. Retirar del fuego.

Servir espolvoreado de perejil picado.

Receta cortesía de la web Mar de Noruega

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Web Pescadería Ernesto Prieto

 

Frutas Charito: corazón de alcachofa

Por su aspecto coráceo sería complicado entender su calificación de reina de las verduras de invierno, pero la alcachofa se ha ganado esta reputación por diferentes razones.

Por sus propiedades nutricionales: se sitúa en el más alto rango, buena fuente de ácido fólico, vitaminas C y E, suministradora de minerales esenciales como potasio y fósforo y una excelente suministradora de fibra. Todo ello la convierte en producto básico para mejorar la eliminación de líquidos y toxinas, colaboradora para controlar la presión arterial, favorecedora de funciones en la vesícula y el hígado favoreciendo la digestión de las grasas y a facilitar su eliminación, perfecto para reducir el colesterol y triglicéridos de la sangre, además de ser una aliada perfecta para favorecer nuestros procesos digestivos y mantener los niveles de glucosa –esencial para los que mantienen a raya los procesos diabéticos-.

Curiosamente ha sido capaz de dar nombre a una dieta, la famosa de dieta de la alcachofa, aunque siempre es mucho más sano consumirlas tal y como la huerta nos la presentan que convertirlas en tediosas píldoras que nos evitarían perder otras de sus cualidades: su genialidad en la gastronomía.

Alcachofa Blanca de Tudela

Porque la alcachofa es una excelente asistente culinaria. Se presta a hacer “buenas migas” con casi todos los alimentos y en infinidad de preparaciones. Pues lo único que lo que no cumple esta hortaliza es con el aburrimiento. Cocínelas hervidas, o al vapor o asadas o a las brasas, fritas, rebozadas…, incluya sus deliciosos corazones en ensaladas, en sopas, con pasta y pizzas, en arroces, en combinación con mariscos, con foie, solas con aceite de oliva y unas gotas de limón, con vinagretas, con salsas que tengan base de mantequilla o quesos, acompañado a carnes o pescados… Su capacidad combinatoria no tiene fin.

Además es de los pocos productos que cuenta en nuestro país con el sello de Denominación, de Origen en el caso de las Alcachofas de Benicarló, o de Identificación Geográfica Protegida, como son las Alcachofas de Tudela. Ambas son de la variedad Blanca de Tudela, y su calidad es irreprochable.

Receta de alcachofas con cardo y almejas

Alcachofas con cardo y almejas

Ingredientes (4 personas):
8 pencas de cardo
8 alcachofas
500 g de almejas
3 dientes de ajo
100 g de almendras
1 cucharada de harina
150 ml de txakoli
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Perejil

Retira el tallo y las hojas exteriores de las alcachofas. Córtales un trozo de la parte superior. Pon a calentar una cazuela con abundante agua, agrega las alcachofas y unas ramas de perejil. Sazona y cuécelas durante 20 minutos. Escurre, retírales otra capa de hojas y córtalas por la mitad. Resérvalas.

Pela las pencas del cardo, retirándoles los hilos. Córtalas en trozos de 5 centímetros y ponlos a cocer en una cazuela con abundante agua y una pizca de sal. En 25 minutos estarán a punto. Reserva las pencas y un poco del caldo.

Pica 3 dientes de ajo finamente y ponlos a rehogar en una cazuela amplia y baja con un chorrito de aceite. Añade la harina y cocínala. Vierte el txakoli, un poco del caldo del cardo y las almejas. Tápalas y cocínalas hasta que se abran las almejas. Espolvorea con perejil picado.

Introduce el cardo y las alcachofas, y cocina el conjunto durante 5 minutos.

Coloca las almendras sobre la placa del horno y tuéstalas en el horno a 180º C durante 10 minutos. Sirve las verduras con almejas y agrega encima las almendras tostadas.

Receta de la web Hogarmania

Más información, pedidos o compra on-line en nuestra web Frutas Charito
Página web de Frutas Charito

 

Carnes Cesáreo Gómez: cordero en nuevos cortes

Cortes diferentes de carne de cordero

Mercado y cocina, cocina y mercado. Dos mundos tan interrelacionados que ambos imponen sobre el otro sus tendencias. Os ponemos un ejemplo, todo el desarrollo de la gastronomía de la carne de cordero estaba basada en las formas de despiece y corte de nuestros maestros carniceros. Pero ahora, y no seremos nosotros los que nos quejemos, es la imaginación y el quehacer de los chefs los que nos sugieren nuevos perfiles en cada corte para adaptarlo a una cocina que se renueva. Distintos formatos para distintos platos que la Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino (INTEROVIC) están empeñados en fomentar.

Nuevos cortes de cordero y lechal

La pieza más popular del cordero era la pierna, una porción de un tamaño considerable, quizás demasiado grande para los modelos de unidades familiares actuales y que encontraba acomodo en las reuniones festivas familiares y habitualmente preparad al horno.

La intención es que usted encontrar la suculencia de la carne de pierna de cordero y del lechal en 3 nuevos cortes: medallones, en filetes o en tournedos.

Los medallones, rodajas sin hueso de unos 2 cm de grosor, sacados de la pierna del cordero lechal, lo que los convierte en unos trozos muy tiernos y jugosos sin apenas grasa y un sabor suave. Puedes prepararlos a la plancha, aderezados con hierbas o empanados, pero asegúrate de que la parte de dentro quede siempre rosada para lograr el punto óptimo de sabor.

El filete, de unos 7 mm de grosor, extraído de la pierna del cordero recental y pascual; un corte muy tierno y fácil de preparar que, probablemente, sea la pieza más versátil de todo el cordero. Con ellos puedes hacer bocadillos, tapas, rollitos, milhojas.

El tournedó, también del cordero recental y pascual, es una rodaja sin hueso de unos 2 o 3 cm de grosor que viene envuelta con la “tela” del mismo cordero. Se trata de una pieza noble, perfectamente proporcionado para facilitar su cocinado y con una presencia elegante al emplatar. Es un corte ideal para amantes de la carne “al punto”, con el centro rosado, tierno y jugoso.

De la parte baja del cordero, la falda, sacamos dos cortes ideales para los aficionados a las barbacoas y parrilladas: el churrasco y el churrasquito.
El churrasco, sacado de la falda del cordero recental y pascual, es una tira alargada de carne con hueso, correspondiente a las costillas. Se trata de una pieza que ha sido muchas veces infravalorada, pero si se cocina bien nos puede proporcionar los trozos más tiernos del cordero. Es ideal para hacer en barbacoa, pero también sabe muy bien al horno o asado al vapor.

Los churrasquitos provienen de la punta de pecho de la falda del cordero recental y pascual, y son unos pequeños trocitos con hueso. El secreto de esta pieza es dejarlos muy crujientes y bien escurridos de grasa una vez cocinados. Pequeños bocados que resultan de lo más adictivos.

Llegamos a la pieza que más controversia levanta, pues se reparten en la misma proporción los que adoran su intenso sabor, como los que consideren que es un corte menor: el cuello. De esta zona se sacan tanto el filete de carrillón como los collares de cordero y lechal; dos piezas muy codiciadas.

El cuello, deshuesado y abierto en “libro”, viene marcado con el cuchillo y está listo para hacer a la plancha. Esta pieza, de la que se pueden sacar 2 o 3 filetes, te sorprenderá por su ternura, sabor y jugosidad. Hay que cocinar para que quede bien hecha pero procurando no excederse para no perder la jugosidad de su carne.

Los collares, por su parte, son rodajas o medias rodajas no muy gruesas de cuello que vienen presentadas con hueso. Son ideales para hacer a la plancha o a la brasa ya que la gran cantidad de grasa infiltrada que tienen conserva este corte siempre jugoso. Perfecta para la elaboración de guisos al estilo del rabo de toro.

Todos los nuevos cortes confieren al cordero y al lechal una enorme versatilidad hasta ahora desconocida y que abre un abanico de posibilidades sin límites a la hora de prepararlo. Pídenoslo, pon aprueba su habilidad en la cocina y, sobre todo, disfrute.

Receta de tournedó a la cerveza negra

Tournedo a la cerveza negra

Ingredientes:
4 piezas de tournedó de cordero
4 chalotas
300g de cerveza negra
35g de melaza de caña
Aceite
Sal
Pimienta

Puré:
350g de leche
50g de nata
40g de mantequilla
350g de patata cocida pelada

Salpimentamos los tournedós por ambas caras y sobre una amplia sartén antiadherente muy caliente, doramos los tournedós a fuego medio-alto durante 5-6 min por cada cara.

Sobre la misma sartén, añadimos un chorro extra de aceite de oliva y doramos las chalotas picadas en julianas, añadimos la cerveza y la melaza y dejamos reducir a fuego bajo junto con la carne, tapados. Sazonamos.

Introducimos las patatas troceadas con los lácteos recién hervidos y la mantequilla, trituramos, salpimentamos y dejamos cocer a fuego bajo, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Salpimentamos.

Más información, reservas o pedidos telefónicos en nuestra web: Carnes Cesáreo Gómez
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Pollería Hermanos Gómez: el huevo lo tiene todo

El huevo es una fuente importante de nutrientes para personas de todas las edades. Su inclusión en una dieta variada proporciona indudables ventajas nutricionales y sanitarias.

Por partes
En la yema se encuentra prácticamente la totalidad de la grasa (tanto saturada, como monoinsaturada y poliinsaturada, el colesterol, los ácidos grasos omega -3…), vitaminas liposolubles (A, D, E y K) y algunos minerales como el zinc, así como la colina, luteína y zeaxantina. También se encuentra una elevada proporción del contenido en vitamina B1, B6, folato, B12, ácido pantoténico, biotina, calcio, fósforo, hierro, cobre y selenio.
La clara contiene más de la mitad de la proteína y es más rica que la yema en vitamina B2, niacina, yodo, magnesio y potasio.

Teniendo en cuenta la pauta de tomar 2/3 raciones/día entre carnes, pescados y huevos, un niño, una persona de tamaño pequeño o mediano, o inactiva, el consumo puede estar en los 3-4 huevos/semana, mientras que una persona corpulenta, o físicamente activa, podría consumir hasta 7 huevos/semana.

El huevo es un alimento recomendable en todas las edades y muy adecuado en las etapas de crecimiento, circunstancias fisiológicas especiales (embarazo y lactancia) y para las personas mayores. No se debe renunciar al consumo de huevos sin causa que lo justifique, porque constituye una pérdida nutricional y gastronómica gratuita.

Un habitual: huevos fritos

La mayor o menor facilidad para digerirlo depende muchas veces de su preparación. El huevo cocido se digiere mejor que el frito, ya que no lleva grasas añadidas en su preparación.

Nutricionalmente un huevo de tamaño medio aporta tan solo 71 kcal. y una cantidad muy elevada de nutrientes. Unido a su efecto saciante, hace que sea un alimento útil en el control de peso. Por ello, ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Así, cuando se toma en el desayuno, se tarda más en sentir hambre, lo que favorece una ingesta más controlada de alimentos a media mañana o en el almuerzo, frente a lo que ocurre cuando se hace un desayuno insuficiente o no se desayuna.

Su elevado contenido en proteínas ayuda al crecimiento muscular y a frenar la pérdida de músculo, por ejemplo, cuando se hace ejercicio intenso, se está inactivo o se sigue una dieta hipocalórica.

Huevos de Pollería Hermanos Gómez

Algunas recomendaciones
Un huevo se conserva fresco y comestible al menos durante cuatro semanas después de la fecha de puesta.
Por contra, es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura, por ello en nuestra tienda están sin refrigeración, para mantenerlos a temperatura constante hasta llegar al hogar. Tras la compra, debemos mantenerlos en el frigorífico, evitando que puedan absorber olores o sabores de otros alimentos. Es importante sacarlos justo antes de su uso y solo aquella cantidad que se vaya a consumir.
No es aconsejable lavar los huevos para volverlos a almacenar en el frigorífico, ya que se destruiría la película natural que lo protege y evita la entrada de microorganismos patógenos. Solo se recomienda lavarlos si se hace inmediatamente antes de su utilización.
Es importante comprobar y respetar la fecha de consumo preferente. Cuando está cercana es preferible consumirlo en preparaciones en que esté bien cocinado, como por ejemplo cocido.

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Pescadería Ernesto Prieto: si la lubina hablará

Lubina salvaje Ernesto Prieto

La historia de la lubina en la cocina es el devenir de uno de los pescados talismanes de la evolución de la gastronomía. Durante muchos años del pasado siglo, la lubina era el pescado de referencia de los grandes restaurantes: recetas como la lubina al hinojo, a la pimienta verde (de la que su inclusión en el recetario gourmet se encargó el cocinero Pedro Subijana), hojaldrada (la gran versión del mito Paul Bocusse)… eran clásicos de la nueva forma de hacer cocina, y su blanca carne empezó tratarse con nuevos sabores: calvados, champagne o cava (según a que lado de la frontera), txakoli, menta, salvia, tomillo, estragón, azafrán…, buscando la armonía perfecta. Y es que por las características organolépticas de la lubina combina bien con todo, o casi todo. De la misma forma que se presta con delicadeza a preparaciones en crudo, tipo sashimi o ceviche. Y es que la lubina, cuyo nombre deriva del latín “lupus” (lobo) por su desmedido e insaciable afán devorador, al calor del fuego es un “alma de cántaro”

Y como suele ser costumbre, de los fogones de los grandes chefs se incrustó en la cocina familiar. De la misma forma que los avances tecnológicos en la formula 1 terminan siendo aplicados en los automóviles de calle. Aunque en este viaje de popularización ha tenido mucho que ver el fenómeno de la acuicultura, la cría en cautividad de lubinas, que sin ser ni comportarse como las lubinas salvajes, las top model del pescado blanco, ha permitido que los hornos de medio país se llenen de un pescado muy correcto, de fácil y variada preparación y de gusto mayoritariamente aceptado.

Una lubina a la sal, o asada, o en papillote ya no es solamente un plato festivo, es una parte cotidiana del recetario habitual.

Receta de lubina a la pimienta verde

Lomos de lubina a la pimienta verde

Ingredientes:
4 lomos de lubina
200 ml de nata
Unos 15g – 20g de mantequilla
1 chalota picada
Un chorrito de coñac
Un chorro de aceite de oliva
2 cucharadas de pimienta verde
Sal
Pimienta negra molida

Precalentamos el horno a 220ºC.
Derretimos a fuego medio la mantequilla más un chorrito de aceite en una cazuela o sartén amplia y baja tipo sauté.
Pochamos la chalota e incorporamos los lomos de lubina con la piel hacia arriba, chorrito de coñac y flambeamos.
Dejamos unos segundos que se infiltre el calor en el pescado y una vez se apague la llama alcohólica añadimos la pimienta verde y los 200 ml. de nata.

Introducimos la sartén en el horno por tiempo de unos 5 – 8 minutos, dependiendo del grosor del lomo de lubina.
Una vez pasado este tiempo sacamos la sartén y la volvemos a poner al fuego, un fuego moderado.
Quitamos las pieles a los lomos y los emplatamos manteniendo al fuego la salsa con toda la pimienta verde. Agregamos un chorrito de agua o fumet de pescado para estirarla, para que quede suelta y ligera y bañe deliciosamente nuestros trozos de pescado. Probamos, rectificamos y salseamos.
Trozo de pan y a disfrutar.

Receta del blog Solo de Mortero

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Carnes Cesáreo Gómez: I love carne

Decía un filósofo francés que “la felicidad no es hacer lo que uno quiere, si no querer lo que uno hace”. Pues acogiéndonos a esta máxima nos declaramos absolutamente felices, pues cada día nos sentimos más plenos y satisfechos por la labor que desempeñamos.
Estamos orgullosos de que nuestro comercio sea un referente en el mundo cárnico, no solo de Madrid,  participamos de los éxitos de nuestros clientes famosos, cuando consiguen su primera estrella o cuando acumulan su tercera mención Michelín, de la satisfacción de nuestr@s clientes habituales cuando agradecen nuestras sugerencias cárnicas o nos comentan el éxito de sus últimas recetas, nos enseñoreamos con nuestras piezas de carnes rojas, especialmente las del afamado buey gallego, pues lo sentimos como propio y estamos convencidos que comercializamos la mejor carne del mundo.

En todo ello está la recompensa diaria. En resumen, estamos felices de ser su carnicero, pues amamos la carne.

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Pollería Hermanos Gómez: carne de jabalí

Jabalí

Aprovecharnos de los ciclos naturales, de los productos de temporada, es una máxima fundamental para conseguir que nuestro dietario tenga la versatilidad propia de un gran restaurante. Es necesario aplicar la misma filosofía de “cocina de mercado” que utilizan los restaurantes al ámbito de nuestro hogar. Por ello debe aprovecharse de que estamos aún en periodo de caza para añadir carnes no tan habituales en el menú cotidiano, pero que constituyen un cierto efecto festivo. Pruebe la carne de jabalí, sin llegar a la pasión compulsiva del personaje de comic Obelix, que consumía jabalí a pares, puede ser una buena variante en sus platos cárnicos.

La carne de jabalí, en sus múltiples presentaciones, es una sabrosa alternativa a la carne de cerdo. Es increíblemente magra, lo que significa que debe tenerse un especial cuidado durante la cocción, aunque bastará una cierta observancia de algunos principios básicos para conseguir un resultado de 10.

En números la carne de jabalí sólo tiene un contenido de colesterol de 45 mg. por cada 100 grs. de carne, mientras que el vacuno tiene 71 y el cerdo 80. Un punto a favor si su interés es una sana alimentación para Ud. y los suyos.
Además tiene hasta un 12% menos de calorías que la carne de vacuno y hasta un 20% menos de calorías que el cerdo, lo que la hace una alternativa para personas que restringen su ingesta calórica por salud o para cuidar su línea.
Y como no ocurre con otros productos cárnicos de animales criados en cautividad el jabalí no contiene ningún tipo de fármaco, pues su crianza y cuidado ha estado en manos de la naturaleza.

Receta de estofado de jabalí

Estofado de jabalí

Ingredientes:

1 kg. de carne de jabalí
3 patatas medianas
1 pera blanquilla
1 manzana goleen
1 zanahoria
1/2 cebolla grande
1 atadillo de hierbas aromáticas
1/2 vaso de aceite de oliva
1/2 botella de vino tinto
1 hoja de laurel
Sal
Pimienta

Troceamos la carne en dados, como para cualquier estofado, y la disponemos en un recipiente, preferentemente en una cazuela de barro.
Pelamos y troceamos las manzanas y las peras. Echamos éstas en la cazuela junto con las zanahorias, cortadas en rodajas, y la cebolla, pelada y cortada en trozos irregulares. Añadimos las hierbas aromáticas y el vino, de forma que lo cubra todo.
Tapamos la cazuela y dejamos macerar en un lugar fresco, o en el frigorífico, durante dos días.
Transcurrido ese tiempo, colamos la marinada recogiendo el vino, el cual reservamos.
Del resto de ingredientes que quedan en el colador, separamos, por una parte, la carne y, por otra, las zanahorias y los gajos de cebolla, desechando los trozos de pera, de manzana y las hierbas aromáticas.
Ponemos una cazuela de barro al fuego con el aceite y añadimos los trozos de carne, de forma que se vayan rehogando. Cuando la carne esté bien rehogada, se le añade el vino, las zanahorias, la cebolla y el laurel que hemos utilizado en la marinada.
Cuando rompa a hervir, bajamos el fuego y dejamos a fuego lento y tapado, entre 45 minutos y 1 hora, hasta que la carne esté tierna.
Si durante este tiempo el caldo se reduce en exceso, se puede añadir agua caliente.
Una vez que la carne esté tierna, añadimos las patatas cascadas (se inicia el corte del trozo de patata y entonces se gira el cuchillo, dando un suave tirón para que se rompa la patata), de esta forma se ayuda a que espese la salsa.
En temporada, se pueden poner también rovellones, guisantes, alcachofas, etc.., como guarnición.
Se añade sal y pimienta al gusto, y se deja hervir a fuego lento durante al menos media hora más para que espese.

Receta de la web ABC Sevilla

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Frutas Charito: cremas de verduras en un instante

Cremas de verduras listas para consumir

¿A quién no le apetece un primer plato caliente para comenzar una comida o cena? La inclusión de sopas y cremas como arranque de un menú es un hecho universal, prácticamente todas las culturas culinarias adoptan estos platos como parte fundamental en la ingesta diaria, y lo es a lo largo de todo el año, pero en invierno las cremas calientes de verduras aportan no solo valores nutrientes básicos, también una sensación de confort y bienestar en nuestro organismo. Son alimentos fácilmente digeribles, hidratantes, nutritivos, con la capacidad de saciar nuestro apetito e ideales para mantener el peso bajo control.
En resumen,  el consumo de cremas y sopas dentro de una dieta  variada y equilibrada, favorece un estilo de alimentación saludable.

Pero no siempre tenemos la oportunidad, el tiempo y las condiciones para preparar en base a verduras, por otra parte de precios muy económicos, alguna de las miles de recetas que la tradición ha dejado en el campo de los platos de cuchara.

Crema de tomate listas para consumir

Para compensar esa carencias organizativas, por orden en nuestra dieta y, además, cumplir con ese objetivo nutricional recomendado por la Unión Europea de tomar 5 raciones de fruta y verdura al día, les ofrecemos la gama de productos de la marca Solfrío, en la Alpujarra de Almería, que cumplen escrupulosamente con los más altos baremos de calidad, utilizando verduras frescas de primera calidad, recién recolectadas, aceite de oliva virgen extra, sin utilizar espesantes, ni conservantes (por ello las encontrará en nuestra sección de productos refrigerados), cocinadas ajustándose a los valores que imponen la tradición de cada receta. Listas para calentar en el microondas y consumir.

Una forma de degustar recetas de cuchara, tanto en casa como en la oficina, con una variedad de opciones que van desde la clásica crema de verduras, a la crema de calabaza, crema de calabacín, crema de tomate, crema de puerros y crema de legumbres.

La forma más cómoda de garantizar el aporte de vitaminas, fibra y minerales que nuestro cuerpo reclama, y con la seguridad de ingerir, por la calidad de sus ingredientes y el buen saber en su elaboración, un alimento bajo en calorías.

Más información, pedidos o compra on-line en nuestra web Frutas Charito
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